El Júcar afronta otro año crítico tras el más seco de su historia

Ha llovido más que el año pasado en octubre y noviembre, pero no lo bastante como para superar dos años de severa sequía. El sistema del río Júcar afronta así con una leve recuperación el tercer año consecutivo de sequía tras superar con importantes restricciones al riego el peor año de su historia desde que existen registros (64 años) en aportación de caudales, según destacó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues.

Las lluvias de octubre, y especialmente las de los últimos 15 días, han situado las reservas en 125 hectómetros cúbicos, lo que ha permitido cerrar los pozos de sequía y aumentar caudal en el tramo bajo del Júcar con el fin de diluir la contaminación acumulada. "La situación sigue siendo delicada", advirtió Moragues, que ayer anunció también la exposición al público y el debate con los interesados del Plan Especial de Alerta y Eventual Sequía, un documento exigido a todas las confederaciones para establecer los criterios y mecanismos de reacción ante periodos secos como el actual. Los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes también están obligados a redactar un plan de sequía, para lo cual reciben asesoramiento de la CHJ.

El plan cuantifica índices de suministro a poblaciones -con prioridad legal de uso de los recursos- en los diferentes estados de sequía y las posibles restricciones acorde a cada situación, y prevé medidas de control de las afecciones medioambientales. Las restricciones de este nuevo año hidrológico (de septiembre a septiembre) se evaluarán con la temporada de riego de la próxima primavera, añadió Moragues.