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110 detenidos en una redada en Barcelona contra la prostitución

La policía y la Guardia Urbana registran 24 pisos usados como 'meublés' en Ciutat Vella

Jesús García Bueno

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de la Guardia Urbana detuvieron ayer a 110 personas, la mayoría de origen rumano, vinculadas a una red organizada de prostitución. Asimismo, registraron 24 domicilios de los barrios del Raval y Sant Antoni de Barcelona donde supuestamente se ejercía la prostitución de forma ilegal. Durante la redada, una de las más importantes de los últimos años, se detuvo tanto a las jóvenes como a sus presuntos proxenetas.

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Las fuerzas de seguridad tuvieron que madrugar ayer más de la cuenta. A las seis de la mañana se puso en marcha la Operación Constanza, que toma el nombre de la ciudad con el puerto más activo de Rumania, a orillas del mar Negro. La redada llegó sólo dos días después de una manifestación de los vecinos de Sant Antoni contra la prostitución callejera en el barrio. Sin embargo, el golpe a las redes de proxenetismo ilegales que operan en Barcelona se inició mucho antes.

Desde hace unos tres meses, la Guardia Urbana venía investigando las actividades de estos grupos, la mayoría de origen extranjero, que suelen alquilar pisos en Ciutat Vella para utilizarlos como meublés. "Vimos que había ramificaciones fuera de Barcelona e incluso en otras zonas de España", expuso ayer un portavoz de la policía municipal. Al comprobar que muchas de estas personas se encontraban en el país en situación irregular, la Guardia Urbana decidió pedir la colaboración al Cuerpo Nacional de Policía, que posee las competencias exclusivas en materia de extranjería.

De hecho, fueron agentes de ambos cuerpos quienes llevaron ayer el peso de la intervención. Los Mossos d'Esquadra -encargados de la seguridad ciudadana y del orden público en Barcelona- también participaron, pero quedaron en un segundo plano. Armados con mazos, los policías derribaron la puerta de 24 pisos de Ciutat Vella. El registro de los inmuebles permitió a los agentes incautarse de abundante documentación y de una cantidad indeterminada de droga.

Sorpresa en la calle

Ante el temor de que algunos miembros de la red pudieran estar armados, agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), especialistas en situaciones peligrosas, participaron en los registros. El caso es que estos grupos van armados hasta los dientes -con casco y subfusil con dirección de tiro- y provocaron sorpresa entre los vecinos del centro de Barcelona. Al principio (las seis de la mañana) la operación fue más o menos silenciosa. Pero a medida que pasaban las horas, decenas de curiosos se agolpaban alrededor de las porterías de los edificios registrados. Algunos pedían información. Otros lo que habían visto y oído.

Los registros en pisos ilegales y el consecuente baile de detenidos se reprodujeron hasta bien entrada la tarde en la zona comprendida entre la plaza de los Àngels, la Ronda de Sant Antoni y la Rambla del Raval. Ocho personas fueron arrestadas en un piso de la calle de Botella. Otras tres, en la calle de Salvador. Cuatro más en Peu de la Creu. Y así sucesivamente. Se trata de una zona con un elevado número de inmigrantes y en la que mucha gente vive con escasos recursos económicos.

Chicas jóvenes y proxenetas

Entre los arrestados se cuentan algunas de las prostitutas que llevaban a sus clientes a los meublés de Ciutat Vella para mantener allí relaciones sexuales. Las chicas -por lo general rubias, de tez blanca y muy jóvenes- trabajaban supuestamente bajo la coacción de los proxenetas, que las explotaban. Decenas de ellos cayeron también en la operación policial, una de las mayores que se organizan contra las redes organizadas de delincuencia que existen en Barcelona en torno a la prostitución callejera.

La mayoría de los detenidos en la Operación Constanza (alrededor del 90%) son de origen rumano. El resto son de otras nacionalidades, incluida la española, según fuentes del CNP. Se les podrían imputar delitos de favorecimiento de la prostitución, coacciones, amenazas e incluso tenencia ilícita de armas de fuego. Algunos, además, se encuentran en situación irregular. Anoche la policía no daba aún por concluida la operación ni descartaba nuevas detenciones.

La redada fue acogida con satisfacción por los vecinos, que llevaban tiempo denunciando el aumento de la prostitución en la zona. "Lo que pasa aquí es una vergüenza. Los tíos se pinchan y, por la noche, pegan a las chicas en la calle si no les dan todo el dinero", explicaba Begoña junto a la puerta del número 28 de la calle de la Lluna, minutos antes de que siete personas saliesen esposadas del inmueble. Rafael, que vive en la calle de Ferlandina, aseguró que los proxenetas son "fortachones" y "tenían atemorizados" a los vecinos. "Además había muchas chicas. Cada pocos minutos llevaban a varios clientes a los pisos". En una línea similar se expresó Jesús, propietario de un pequeño bar. "Nunca había visto tantas prostitutas como ahora. Por eso, los del bloque pusimos una denuncia a la Administración". Según Jesús, a partir de ahora estarán más tranquilos, "por lo menos, ya no tirarán más jeringuillas al patio interior".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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