La cámara pide un Gobierno "de gestión" menos reivindicativo y con "unidad de acción"

Los tres partidos que integrarán el futuro Gobierno catalán no dejan de prometer estabilidad. Y mientras, los empresarios no dejan de pedir "hechos, no palabras". Así, acogiéndose al eslogan electoral del Partit dels Socialistes (PSC), el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, pidió ayer "un Gobierno de gestión y no de reivindicación, que sea estable, responsable y con unidad de acción para resolver las discrepancias internas". Entre las inquietudes de la cámara figuran el déficit de formación e innovación y, sobre todo, las infraestructuras. La institución quiere que la inversión global en esta partida alcance el 3,5% del producto interior bruto (PIB) catalán, en lugar del 2% actual.

La institución cameral es la primera organización del ámbito empresarial que sale a la palestra para exponer su lista de reivindicaciones al nuevo tripartito. El pleno de la Cámara de Comercio aprobó ayer, por unanimidad, un documento con 70 propuestas de política económica, en la que "hay mucho por hacer".

En dicho documento reaparecen tres de los temas en los que Valls ha insistido tradicionalmente: las infraestructuras, la formación y la innovación, entre otros ligados a la política fiscal y al dinamismo empresarial.

- Infraestructuras. En este capítulo, los objetivos que se proponen parten de la base de que debe garantizarse el cumplimiento del Estatuto, que obliga al Estado a invertir en las infraestructuras de Cataluña durante siete años una cuantía equivalente al peso de la economía catalana en el conjunto de España (18,85%). Hace unos meses, la cámara cifró esa cuantía en unos 900 millones de euros. La Generalitat arrancó, en total, 746. Valls no quiso pronunciarse ayer sobre si se cumple o no el Estatuto y dijo que hay en curso una discusión metodológica interna sobre qué computa como infraestructuras.

Otra de las reivindicaciones de la cámara es aumentar el grado de ejecución de la inversión presupuestada por la Generalitat, que suele ser más elevada que la del Estado, la cual, según técnicos de la cámara, se acercará al 70% este año.

En cuanto a las inversiones del Estado, Generalitat y ayuntamientos (en una proporción similar a la actual, con un peso respectivo del 30%, el 30% y el 40%), se pide que sumen una cuantía equivalente a un 3,5% del PIB catalán. En los últimos cinco años, de media, la inversión global en infraestructuras ha superado escasamente el 2%, salvo en los años preelectorales.

Entre las infraestructuras en las que insistió más Miquel Valls figuran las de transportes, como el túnel de Horta y el Cuarto Cinturón, y las energéticas, capítulo en el que la cámara exige que se defina lo antes posible un trazado definitivo para la interconexión eléctrica con Francia. España y Francia celebran mañana en Girona una cumbre en la que se espera que se aborde la controvertida línea de alta tensión, cuestionada por dos de los tres partidos del nuevo Gobierno catalán (ICV y ERC). Montilla ha advertido de que el margen del Ejecutivo autónomo no es grande en este asunto. Por otra parte, en materia energética se propone un debate "libre" sobre el futuro de la energía nuclear.

- Formación e inglés. Para Valls, el actual déficit de formación -con tristes balances, como una tasa de abandono educativo prematuro del 34%, frente al 12,7% de Euskadi y el 23,2% de Madrid- puede comprometer el crecimiento económico, que este año será del 3,6%. La cámara exige un incremento del presupuesto de enseñanza del 15% anual.

Teniendo en cuenta que una encuesta realizada a más de 4.000 empresas catalanas concluyó el año pasado que los candidatos en procesos de selección de personal tienen un nivel de idiomas insuficiente y que sólo el 20% de la población es capaz de expresarse en inglés (frente al 46% en la Unión Europea de los Quince), la cámara pide que se cursen asignaturas en este último idioma de la educación primaria a la universidad. Otra reivindicación es que se subvencionen más prácticas en empresas y se estrechen lazos entre Universidad y empresa.

- Fiscalidad. Entre otras propuestas, en el documento figuran incentivos fiscales para favorecer la inversión en firmas de capital riesgo (que ayudan a otras empresas a crecer), el mantenimiento de deducciones a la innovación en el impuesto de sociedades a partir de 2012, que se reconsidere el impuesto de patrimonio y que se suprima el de sucesiones. El Gobierno catalán no es partidario de eliminar este último impuesto, aunque sí de reformarlo.

- Innovación. Se exige un nivel de gasto en investigación y desarrollo público y privado del 2% en 2010 (en 2004 fue del 1,34% del PIB). La cámara quiere un uso masivo de las nuevas tecnologías que aumente la productividad y modernice la economía.