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El castaño de Ana

Isabel Ferrer

El castaño más famoso de Amsterdam se muere. Situado en el corazón de los canales de la capital holandesa desde hace 170 años, un parásito ha dañado de tal modo su tronco que no hay más remedio que cortarlo. Hace sesenta años, el árbol tuvo una joven admiradora de trágico destino que conmovería con el tiempo a millones de personas. Se llamaba Ana Frank, y era la niña judía oculta con su familia de los nazis en una casa cuya parte trasera daba al jardín donde estaba plantado. Desde una rendija de la ventana del tejado, ella seguía las estaciones mirando el florecer de sus ramas. En mayo de 1944, en una de las entradas de su libro escribió, admirada, que estaba más hermoso que nunca.

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