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El gasto público en conciertos educativos crece un 46% en la legislatura de Camps

Noguera advierte que la privatización de niveles obligatorios se concentra en infantil y ESO

El "compromiso" del gobierno de Francisco Camps con la enseñanza pública de calidad -escenificado en los dos planes de construcciones Crea Escola- ha ido seguido de una mayor inyección de dinero a la red privada. La política de conciertos iniciada por el PP en 1996 se consolidó en la era Camps tras el pacto con las patronales y el Arzobispado de Valencia para extender las subvenciones hasta el tramo no obligatorio de bachillerato, mientras se suprimían grupos autorizados en la pública. El resultado en una legislatura ha sido que el gasto público en conciertos ha crecido un 46%.

El creciente gasto autonómico en conciertos educativos -sólo entre 2004 y 2007- se traduce en un incremento nominal del 46% del presupuesto para conciertos por niveles, que ha pasado en cuatro cursos de 394,5 millones de euros a los 577,2 presupuestados para 2007. Según un estudio comparativo desde el primer presupuesto elaborado por el gabinete de Francisco Camps en 2004 hasta el actual, línea a línea, realizado por la diputada y portavoz socialista de Educación en las Cortes Valencianas, Ana Noguera.

La comparación entre el gasto destinado a las líneas presupuestarias que sufragan las subvenciones ordinarias de los colegios concertados de primaria muestra que sólo en cuatro años este capítulo pasó de 216,2 millones a los 289,4 consignados para 2007.

Lo mismo se reproduce en el resto de ayudas en todos los niveles desde el primer ciclo de infantil: donde se ha pasado de 1 millón de euros a 16,481 millones. En segundo ciclo, no obstante, aunque técnicamente incluso desciende ligeramente pasando de 2,579 millones en 2004 a 2,1, el volumen de gasto en conciertos es muy elevado, ya que la oferta pública de infantil no tenía cabida en los colegios al seguir escolarizados grupos de primer ciclo de secundaria, debido a la falta de institutos.

El resultado de esta política de financiación de conciertos educativos en los tramos obligatorios de la enseñanza (en infantil, primaria, y secundaria) ha acabado rompiendo el equilibrio entre la red pública (tradicionalmente con un peso del 70%) y la privada (con el 30% restante) que se reproducía en todos los gobiernos de la democracia hasta que el PP gobernó el Consell y empezó a cambiar ese mismo curso 1995-1996.

Así el volumen de conciertos privados en primaria (que había inaugurado su predecesor Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat entre 1996 y 2002) en 2004 ya estaba en 216,2 millones y en 2007 alcanzará los 289,4 millones. En ESO -un nivel de enseñanza donde los seis consejeros de Educación habidos en 10 años han hecho lo imposible por sostener que no se había invertido el porcentaje- es donde técnicamente en función del número de unidades concertadas y la ratio de alumnos, donde se ha disparado más la curva. Este incremento lo confirma el volumen de gasto anual generado que ha pasado de 130,2 millones en 2004 a prácticamente duplicarse con 216,6 millones en 2007.

La enseñanza privada se dispara al 60%

El volumen de gasto público en conciertos con centros privados ha hecho que la red privada sea la que lidera la educación, sobre todo, en las tres capitales de provincia y en las grandes ciudades de más de 50.000 habitantes, como muestra el estudio detallado de Valencia capital con datos oficiales de matrícula cerrada por del Consejo Escolar. Así el curso pasado había 49.539 (44%) alumnos estudiando en todos los niveles de la red pública y 61.789 en la privada (56%). Desglosado por niveles obligatorios (e infantil porque es imprescindible para que la mujer pueda trabajar) la proporción de la privada se dispara al 60%.

Hay casos extremos en ciudades como Godella donde la pública es simbólica, mientras cinco grandes colegios privados (cuatro de titularidad eclesiástica y/o vinculados al Opus y una cooperativa privada concertada) gestionan el proceso de matriculación de 3.700 plazas escolares sin control alguno de la Comisión de Recepción de solicitudes. Un paso necesario acordado en la comisión de escolarización municipal, al amparo del decreto de admisión aprobado por el Consell en 1998.

La falta pues de control para escolarizar a casi 4.000 alumnos, pese a estar subvencionados con más de 6,6 millones de euros ha sido posible gracias a una resolución de Educación por la que a partir del curso 2002-2003 dejó sin efecto este acuerdo municipal, fallando "en favor del recurso de alzada" presentado por los cinco titulares privados, según la documentación consultada. La resolución dictada hace tres cursos supuso "un hecho sin precedente" según CC OO, "al anular las competencias de la comisión municipal para designar un centro único de recepción de solicitudes" y "eliminar las garantías para hacer transparente el proceso de matrícula y evitar cualquier discrecionalidad o incumplimiento en la gratuidad de matrícula", a la que están obligados al acogerse al régimen de conciertos. Algo, que no se ha cumplido nunca, ya que se cobra de forma indirecta, bien por actividades extraescolares o bien, para fundaciones mensualidades entre 150 y 300 euros.

CC OO alerta que eliminar los controles públicos de planificación y distribución del alumnado permite "segregar a los alumnos por su procedencia socioeconómica, rendimiento académico u origen, en caso de que la solicitud proceda de un inmigrante". Y, por sexo, como denunciaron CC OO y UGT en 1999 tras los diez conciertos con colegios de élite negociados por Camps siendo consejero de Educación.

MATRÍCULA EN VALENCIA

- Infantil-Primaria: 62.081 alumnos matriculados (Pública: 26.022, 40%; privada: 36.059, 60%)

- ESO: total 26.839 alumnos (Pública: 20.536, 39%; privada: 16.303, 61%)

- Bachillerato: 9.492 alumnos (Pública:101 unidades, aumento de ratio hasta 5.576 alumnos; privada: 140 unidades, 60% más, pero sólo 3.916 alumnos)

- FP: total 12.916 alumnos (Pública: 303 unidades y 7.405 alumnos; privada: 276 unidades para 5.511 alumnos)

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