El Consistorio recupera a 93.000 inmigrantes 'borrados' del padrón

El Ayuntamiento ha conseguido devolver a la estadística oficial a 93.000 inmigrantes, casi la mitad de las cerca de 200.000 personas que, aunque viven en Madrid, habían sido borradas del padrón por el Instituto Nacional de Estadística (INE) por no haber renovado sus datos. El Consistorio sostiene que, tras una intensa campaña informativa, ha logrado que esas personas renueven, y ahora espera que el INE admita que Madrid supera los tres millones de habitantes.

A principios de año, el Ayuntamiento envió al INE las cifras del padrón a 31 de diciembre de 2005, que recogían 3.205.000 habitantes, incluido medio millón de inmigrantes. Pero el organismo estatal, después de hacer sus propios cálculos, concluyó que la población era de sólo 2.971.748 personas. Esa pérdida estadística de 233.000 vecinos se debía principalmente, según el Ayuntamiento, a que muchos inmigrantes no habían renovado su inscripción en diciembre de 2005 -como obliga una ley de 2003-. El Consistorio sabía que seguían viviendo en Madrid (llevaban a sus hijos al colegio, van a los ambulatorios, cotizan), pero oficialmente dejaron de existir en diciembre de 2005.

Las cifras del padrón, que anualmente aprueba el Consejo de Ministros a propuesta del INE, se usan después para calcular las inversiones del Estado en el municipio y la comunidad autónoma correspondiente. Por eso el Gobierno regional puso el grito en el cielo y acusó al Ejecutivo central de reducir la población madrileña para invertir menos en Madrid (a pesar de que la ley que obliga a los inmigrantes a renovar se aprobó bajo Gobierno del PP, apoyada por el PSOE).

"Todos los años hay un desfase entre nuestra propuesta y el padrón final que elabora el INE -en 2004, por ejemplo, perdimos 63.000 habitantes-, porque muchos vecinos dan mal los datos, o se mudan y no lo comunican. Pero esta vez el desfase era exagerado, y tenía más que ver con la nueva ley que obliga a los inmigrantes a renovar", explica el director de Estadística del Ayuntamiento, Felipe Baselga.

Además, había extranjeros que sí habían renovado pero no se les reconocía: "Era absurdo: si el inmigrante había pasado de Coslada a Madrid y lo comunicaba al padrón, sí figuraba como renovado; pero si cambiaba de distrito dentro de Madrid, por ejemplo de Villaverde a Tetuán, aunque también lo notificase no computaba como renovado. Finalmente, el INE admitió cambiar este punto, y por ahí también hemos recuperado a bastantes personas".

Debido a la discrepancia, el Gobierno municipal y el INE acordaron ampliar el plazo de renovación de las inscripciones hasta el 31 de octubre de 2006. Así que el Ayuntamiento ha tenido cinco meses contrarreloj para repescar a los borrados del padrón. Según Baselga, lo ha conseguido: 93.000 ciudadanos extranjeros han desfilado por las oficinas municipales para renovar sus datos. También han sido añadidos 12.000 españoles que, por diversos motivos, no habían sido incluidos en el cómputo, y 8.400 ciudadanos extranjeros que habían cambiado de distrito y no figuraban. En total, Baselga espera que la cifra final del padrón alcance los "3.070.000 o 3.090.000 habitantes", aunque el INE aún debe aceptar la nueva propuesta.

A finales de septiembre, el Consistorio intensificó su esfuerzo para hacer visibles a los inmigrantes. Abrió las oficinas los fines de semana y mandó 41.420 cartas avisando a los ciudadanos de que debían renovar su inscripción o sufrirían las consecuencias: problemas para acceder a vivienda pública, a plazas de guarderías, becas o permisos de trabajo, solicitudes de nacionalidad, matrimonio... En la carta, en letras mayúsculas rojas podía leerse "Último aviso".

Los ecuatorianos (la mayor colonia inmigrante en Madrid) son los que han respondido en mayor medida al aviso: 45.190 han renovado en el padrón en estos meses (véase gráfico), seguidos por colombianos y peruanos. Si el INE acepta las nuevas cifras, todos serán ya oficialmente madrileños.