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La Vital ultima un nuevo polo cultural con un centro de creación y la Sancho el Sabio

El complejo abrirá sus puertas en el barrio de Betoño de la capital alavesa a fines de 2008

Vitoria disfrutará desde finales de 2008 de un oasis cultural de 16.000 metros cuadrados alrededor de un convento y su capilla, en el barrio de Betoño, junto a las lagunas de Salburua. La Vital pondrá en marcha allí un ambicioso centro cultural dedicado a la creación artística y humanistica al mismo tiempo que inaugurará la nueva sede de la Fundación Sancho el Sabio, el centro documental sobre el ámbito vasco más importante del mundo. El proyecto arquitectónico del complejo lleva la firma de Ercilla y Campo, autores también del nuevo Conservatorio de Bilbao.

En el proyecto de este nuevo centro se viene trabajando desde hace un año, poco después de que en mayo de 2005 la Vital presentase su plan estratégico. Aquel documento ya fijaba las líneas maestras de la Obra Social de la entidad de ahorro hacia la cultura, la sostenibilidad, la solidaridad, la creación contemporánea y la juventud. Y, como propuesta de trabajo, se apuntaba la idoneidad de un equipamiento que atendiese dichos objetivos.

A los pocos meses, se empezó a pergeñar este complejo cultural, a partir de unos solares en Betoño que el Ayuntamiento de Vitoria había cedido a la caja a cambio del palacio de Zulueta, donde se encuentra actualmente la Sancho el Sabio. La Vital analizó otras iniciativas puestas en marcha por distintas cajas de ahorro y se fijó como referente en La Casa Encendida, de Cajamadrid.

La entidad alavesa encargó así el proyecto a La Fábrica, empresa de gestión cultural que diseñó el equipamiento madrileño. Se le pidió un estudio sobre la realidad de Vitoria y Álava y que apuntase las claves en que debe moverse un centro cultural abierto, contemporáneo y creativo. Los arquitectos Ercilla y Campo, mientras, iban proyectando las reformas precisas del convento y la capilla de Betoño, así como algún edificio anexo que será necesario.

La última en sumarse a la iniciativa ha sido Araceli de la Horra, responsable hasta ahora del Centro Cultural Montehermoso, sito en el antiguo Obispado de Vitoria y cuya rehabilitación también fue obra de Ercilla y Campo. De la Horra ha mantenido desde Montehermoso un compromiso con la joven creación alavesa, las nuevas tecnologías y la presentación de ambiciosas exposiciones en el antiguo Depósito de Aguas, espacio anejo a Montehermoso.

De la Horra será la directora del nuevo equipamiento y cuenta con las líneas generales del trabajo que ha realizado La Fábrica. El Centro Cultural de Betoño, su nombre provisional, se orientará a la creación y participación del público, sin fronteras entre las disciplinas, desde la filosofía a la plástica.

Una urna de cristal

"Hay equipamientos muy interesantes en Vitoria dedicados a la difusión artística. Sin embargo, carecemos de un espacio dedicado a la creación, algo que todos los colectivos de creadores ya habían planteado", asegura De la Horra.

Betoño no tendrá como referentes al donostiarra centro Arteleku o a Bilboarte. Supone un proyecto más ambicioso que, además, tendrá un carácter pluridisciplinar con atención a cuestiones como el medio ambiente o los derechos humanos y la solidaridad. Se establecerá como un lugar de encuentro de creadores, que podrán además mantener estancias como residentes. "Se cederán espacios, bien por beca, bien con una tarifa básica de alquiler, destinados a la producción de obra, desde la literatura a la danza o la grabación de música, que luego se presentarán en el centro cultural", explica su directora.

El lugar no nace como un espacio de aprendizaje reglado, aunque los creadores contarán con tutorías y todo tipo de asesoramiento técnico o artístico necesario. La capilla del convento acogerá la presentación de estos trabajos, sin olvidar el auditorio de nueva planta que proyectan Ercilla y Campo. Más definido está el nuevo edificio de la Fundación Sancho el Sabio. Los arquitectos alaveses han diseñado una urna de cristal que se levantará sobre el antiguo cementerio de las carmelitas, junto al convento y la capilla. Con un presupuesto de tres millones de euros, el edificio ofrecerá durante el día un efecto ambiguo, ya que se reflejará sobre el entorno, sin permitir contemplar su interior. En cambio, de noche estará iluminado, con lo que se podrá ver el inmueble que se aloja dentro de la urna a tres metros del cristal.

La nueve sede de la Sancho el Sabio, con 1.650 metros cuadrados de planta y un inmenso sótano y almacén para alojar sus fondos, se inaugurará a principios de 2008 y el centro cultural, a finales de ese mismo año.

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