"Debería perder la cabeza más a menudo"
Aunque aparece intermitentemente en las alineaciones, José Edmilson (Taguaritinga, Brasil; 1976) está de vuelta por currículo y ascendente sobre el plantel del Barcelona. El brasileño es el medio centro azulgrana por excelencia después de que Frank Rijkaard insista en que Márquez ejerza de central. Campeón del mundo con Brasil en 2002, a Edmilson le contemplan hasta 14 títulos, entre el São Paulo, el Lyon y el Barça. Estupendo como pivote y muy capaz de mezclar con los centrales, no acaba de funcionar en el ataque, al menos en cuanto a goles, pues sólo lleva uno y en un amistoso. Hoy aspira a jugar uno de los partidos generalmente más ofensivos del campeonato: Barcelona-Zaragoza. A un lado, Aimar, D'Alessandro, Diego Milito y Celades; a otro, Puyol, Ronaldinho, Messi, Deco. Iniesta, Márquez [Xavi y Belletti son baja en los barcelonistas]. Los dos equipos más goleadores de la Liga (20), frente a frente.
"Me sorprende un poco a mí mismo no haber marcado ningún gol desde que llegué. Juego más atrás, pero eso no es excusa"
"No nos engañamos. No estamos mal, pero tampoco tan bien como queremos. Podemos dar más. Somos ganadores e inconformistas"
Pregunta. Por muy medio centro defensivo que sea, ¿le preocupa no haber marcado un triste gol desde que llegó?
Respuesta. Me sorprende un poco a mi mismo. En el Lyon y el São Paulo marcaba muchos goles. Aquí juego más atrás y me preocupo mas de defender, pero eso no es excusa.
P. Jugando con Brasil, en funciones incluso mas defensivas, marcó usted uno de los goles del Mundial 2002 ante Costa Rica.
P. Tenía mas libertad para salir con la pelota porque Gilberto Silva y Emerson me protegían. Aquí soy yo el que tiene que proteger a los laterales y los dos interiores. Aquel fue un gran gol: salí desde atrás, toqué y llegué para esperar un centro que rematé de manera espectacular. Echo de menos esa sensación. Pero tengo el presentimiento de que voy a marcar pronto en este curso. Tal vez sea cuestión de trabajar más el remate. Con Juninho Pernambucano solíamos ensayar jugadas de estrategia. Lo cierto es que el equipo necesita goles.
P. Tal vez estaban muy acostumbrados a que Eto'o y Ronaldinho hicieran el trabajo por ustedes con sus goles y genialidades.
R. Seguramente. En un equipo se reparten las tareas y es lógico que los delanteros marquen las diferencias; también es su obligación. Pero, ahora que no está Eto'o, debemos aplicarnos más en esa idea de que el equipo necesita gol de los centrocampistas. La segunda línea debe entrar más, hay que ser agresivos en los saques de esquina, aprovechar mejor la estrategia y las segundas jugadas... Tendremos que entrenarnos más.
P. ¿Falta trabajo?
R. Siempre. Especialmente, en las jugadas de estrategia hay que trabajar para sorprender al contrario.
P. Da la sensación de que el equipo echa de menos algo más que trabajo en las jugadas a balón parado.
R. Es verdad que hemos tenido un bajón. Somos conscientes de que no estamos al nivel de la temporada pasada o del principio de ésta, pero lo interpretamos como algo natural. Mantener cierto nivel siempre es imposible. Nosotros lo sabemos. No jugamos como queremos, como nos gustaría. Así que no nos engañamos. No estamos jugando bien. Pero tampoco tan mal como algunos parecen observar. El problema es que en un club como el Barça no hay término medio: estás arriba o abajo. Pero estamos a principios de temporada. Prefiero estar ahora creciendo y llegar muy bien a enero y febrero, cuando se decide la Champions, la Liga y la Copa. Lo malo sería engañarnos. Yo sé que no estamos bien y que al equipo le falta. Somos conscientes de lo que hacemos y de que podemos dar más. No estamos mal, pero tampoco como queremos. Soy muy autocrítico y el vestuario también. Somos ganadores e inconformistas.
P. ¿Hasta qué punto acusó el equipo las decisiones tácticas y técnicas, como las rotaciones?
R. ¿Las rotaciones? Depende. A algunos les van bien porque necesitan pausas para recuperarse. Otros no lo notan, como Gio y Silvinho, que siempre están bien. Pero algunos necesitan jugar más seguido. Depende. Es una plantilla muy competitiva, de mucho nivel, y supongo que es fácil criticar. Rijkaard tiene un papel complicado y por eso le respetamos. No me gustaría estar en su piel.
P. Le ha costado entrar en el equipo. ¿Qué valoración hace de su rendimiento?
R. Es normal que me costara porque hay mucha más competencia. De lo que trato es de trabajar, trabajar y trabajar. Ése es mi objetivo. En el campo, a veces, no toco mucho el balón. Sólo lo robo y lo doy. Pero sé que en este equipo tenemos que correr todos, desde Ronaldinho hasta Valdés, no sólo los pivotes defensivos o los laterales. Ganamos la Liga corriendo mucho. Tengo la sensación de que puedo aportar más a este equipo de lo que le he dado en los últimos dos años. Me falta sacar un poco más de calidad, perder un poco la cabeza. Debería perderla más a menudo. Antes hacía más cosas ofensivas, me atrevía más. Noto que a veces el equipo lo puede agradecer, aunque sé cuál es mi papel básico.
P. No parece haberles durado mucho el crédito que significa ganar la Liga y la Champions.
R. Es lo mismo que con Brasil. Si ganas, tienes que hacerlo por 3-0, no basta con 2-0. Hay que ganar siempre y, a ser posible, jugando de maravilla. Por eso entiendo la exigencia que hay en Barcelona, porque antes me puse la camiseta de Brasil. Por eso la camiseta de Brasil y la del Barça no se las puede poner cualquiera. Por eso estoy orgulloso. Ahora bien, alguien debe entender que no somos máquinas. Ronaldinho no puede jugar 80 partidos al límite. En el fondo, él también es una persona, aunque a veces, en el campo, no lo parezca.
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