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Otegi exige que acaben las "agresiones judiciales" para que cese la 'kale borroka'

El Gobierno replica que "no acepta pulsos ni presiones, vengan de donde vengan"

El líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, se comprometió ayer a ir "de pueblo en pueblo" para acabar con la kale borroka a cambio de que el Gobierno y el PSOE "desactiven las agresiones judiciales" y el PNV haga lo propio con el trabajo policial de la Ertzaintza. Otegi dice que verificar ahora la voluntad de los terroristas de dejar las armas sólo busca alargar el proceso, y reiteró su convicción de que ETA quiere buscar una solución. La vicepresidenta Fernández de la Vega replicó a Otegi y al PP: "El Gobierno no acepta pulsos ni presiones, vengan de donde vengan".

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Batasuna, oficialmente, no está detrás de la violencia callejera, que no ha cesado en Euskadi y Navarra desde el verano. Así lo reiteró ayer Otegi en una entrevista en ETB. Pero, de manera paradójica, este dirigente abertzale se ofreció para acabar con la kale borroka, pueblo a pueblo, a cambio de que el Gobierno desactive las "agresiones judiciales" y tome medidas en el terreno penitenciario con los reclusos etarras y el PNV neutralice a la Ertzaintza en lo que a "seguimientos, informes y detenciones" se refiere.

Otegi hizo público ayer un ofrecimiento que, según él, ya fue trasladado a representantes socialistas y peneuvistas en las reuniones mantenidas entre dirigentes de partidos a título personal en la denominada Mesa de Egino. Este foro de reunión fue auspiciado por el desaparecido movimiento por el acuerdo Elkarri y funcionó de manera discreta entre mayo de 2004 y mayo de 2005.

Más allá de esa revelación, Otegi mantuvo ayer su discurso de las últimas semanas, que incluye la constatación de que ETA está de manera "fehaciente" y de manera "sincera" comprometida con la búsqueda de soluciones. "ETA no ha roto nada", subrayó, al tiempo que revelaba que "los canales de comunicación siguen existiendo", por lo que hay "posibilidades y alternativas a la inestabilidad del proceso". Con todo, avisó de que ETA tiene "opinión política", lo que, en su opinión, no debe ser interpretado como un "tutelaje sobre las cuestiones politicas" de la organización terrorista del proceso, como han denunciado PNV y PSOE recientemente.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió, tras el Consejo de Ministros de ayer, a las declaraciones de Otegi de la víspera, en las que dijo que la condena al preso etarra Iñaki De Juana impide construir el proceso de paz. También al PP que, en boca de Ignacio Astarloa, dijo el día anterior que Zapatero utiliza los mismos argumentos que ETA sobre el Poder Judicial.

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Fernández de la Vega dijo, en respuesta a ambos, que el Gobierno "no acepta pulsos, chantajes ni presiones, vengan de donde vengan". A renglón seguido, se remitió a los tres principios que guían al Gobierno en este proceso: ausencia total de violencia para avanzar en el diálogo, respeto a la legalidad en ese diálogo y respeto a las víctimas.

A la exigencia del PP al Gobierno de "romper el proceso", formulada por Mariano Rajoy y otros dirigentes de este partido, la vicepresidenta primera replicó: "¿Hay alguien que quiera que digamos que se rompe el proceso?". A continuación, aclaró al PP que, "tras 40 años de terrorismo, hay elementos positivos como que estamos, por vez primera, con más de tres años sin víctimas mortales, más de siete meses con un alto el fuego permanente y un rechazo social total a ETA". Fernández de la Vega insistió en la posición que el presidente del Gobierno defendió el miércoles en el Senado, sobre la base de la resolución parlamentaria de mayo de 2005. "El Gobierno no va a dar un solo paso que no esté en el camino que nos hemos marcado. Nos vamos a tomar todo el tiempo necesario para tener una verificación clara y quede acreditado de manera inequívoca esa voluntad que ETA expresó en el alto el fuego permanente".

[El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dijo ayer, sin hacer referencia explícita a las declaraciones de Otegi en las que se preguntaba qué ocurriría si le pasara algo al etarra De Juana Chaos, en huelga de hambre: "Si hemos sido capaces de aguantar 900 muertos, ahora somos capaces de aguantar 901, y si fueran 900 suicidas, entonces, estaríamos empatados", informa Cruz V.Vázquez desde Cáceres].

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