El patrón de una patera arroja frente a Ceuta a 11 inmigrantes irregulares
Los agentes tuvieron que lanzarse al mar para rescatar a los 'sin papeles', que no sabían nadar
Once inmigrantes fueron obligados ayer por el patrón de la patera que los trasladaba desde Marruecos a lanzarse al agua a más de 50 metros de la costa de Ceuta. Tres de los sin papeles fueron rescatados por la Guardia Civil con hipotermia y síntomas de asfixia por inmersión. Uno de ellos, de origen subsahariano, se encuentra ingresado en el hospital en estado crítico. La mayoría de los inmigrantes no sabían nadar.
Un subsahariano permanece en estado crítico en la UCI del hospital civil de Ceuta -donde también hay otro inmigrante de origen asiático ingresado y un tercero en observación-, después de sufrir una parada cardíaca cuando fue rescatado por la Guardia Civil a punto de perecer ahogado.
Los hechos ocurrieron a las 10 de la mañana frente a la playa del Sarchal, un acantilado de difícil acceso. Dos guardias civiles que patrullaban esta zona de acantilados de la bahía sur de Ceuta avistaron a los inmigrantes cuando estaban ya en el agua. Tras dar la voz de alarma y comprobar que la mayoría tenía dificultades para mantenerse a flote, los agentes se arrojaron al agua desde una cala cercana para evitar que se ahogaran.
Otros guardias y policías locales que acudieron al rescate hicieron lo mismo y consiguieron llevar hasta la orilla de la playa del Sarchal a todos los inmigrantes, aunque tres de ellos llegaron en muy malas condiciones. El joven subsahariano que está en estado crítico sufrió en la playa una parada cardiorrespiratoria y pudo ser reanimado por el 061, que lo evacuó junto a otros dos sin papeles al hospital. El resto, aunque presentaba síntomas de hipotermia y se encontraban aturdidos, fueron trasladados al centro de acogida.
Según explicó la Delegación del Gobierno, si estos agentes no se hubieran arrojado al mar, los inmigrantes quizás no hubieran sobrevivido, tanto por la baja temperatura del agua como por el hecho de que ninguno de ellos sabía nadar.
Según explicaron fuentes de la Guardia Civil, la patera no fue detectada por el SIVE al camuflarse tras un velero que navegaba en paralelo por la bahía sur de Ceuta. El patrón puso rumbo a Marruecos y huyó a gran velocidad tras obligar a los inmigrantes a saltar.
Es la segunda ocasión en menos de un mes que se produce un hecho de estas características, en el que el patrón decide lanzar a los inmigrantes y no desembarcarlos directamente en la playa para evitar su detención.
Hace tres semanas, otra embarcación dejó a otros siete inmigrantes subsaharianos abandonados a su suerte en el mar, frente al monte Hacho, que está en la misma zona, aunque más cerca de la costa. También los guardias civiles y transeúntes ayudaron entonces al grupo a llegar a tierra y el patrón, en este caso pilotando una lancha de alta velocidad, huyó a Marruecos, donde fue detenido por las autoridades.
Desde que se blindó el perímetro fronterizo, el mar se ha convertido en la principal vía de entrada de inmigrantes indocumentados a Ceuta, un goteo incesante que ha provocado que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) tenga a 720 residentes, aunque su capacidad real es de 512 plazas, lo que ha obligado a habilitar espacios comunes como dormitorios, si bien en las últimas semanas se ha agilizado la salida de inmigrantes a centros de internamiento para su expulsión o bien con sus papeles en regla. Según los datos de la policía, el 75% de los inmigrantes que han conseguido llegar a Ceuta en el último año son ciudadanos de India, Pakistán y Bangladesh.
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