"Llego a fin de mes porque vivo con mis padres"
A Jesús Gil, madrileño de 39 años, le ha tocado trabajar en día de huelga. La gasolinera en la que está empleado, en la calle Hermanos García Noblejas de Madrid, está incluida en la lista de servicios mínimos impuesta por el Ministerio de Industria, pero Jesús no disimula sus simpatías por las reivindicaciones de los sindicatos que convocan la huelga, CC OO y UGT. "Se supone que están para defender lo bueno para el obrero", dice.
Le llega para vivir, aunque su salario apenas alcanza los 800 euros mensuales. "Llego a fin de mes porque estoy soltero y vivo en casa de mis padres", explica. "Si quisiera tener un piso tendría que tener mujer y que también trabajara, si no sería imposible", se queja.
Cerca de Jesús asoma la cara del más veterano de la gasolinera en servicios mínimos de Hermanos García Noblejas. José Manuel Prada, de 60 años, 31 de ellos "currando" en estación de servicio, se hace el portavoz del sentir de varios de los empleados del local. "Todo lo que sea mejorar... Y hace falta aumentar los sueldos. Siempre hemos estado por debajo del salario medio de todos los oficios", denuncia.
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