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Entrevista:JULIÁN ÁLVAREZ | Secretario general del PA

"El PA tiene el papel histórico de servir de referencia en el futuro"

Julián Álvarez está acelerado. El desacuerdo en la reforma del Estatuto ha funcionado en su caso como un incentivo porque piensa que sobre el PA ha recaído ahora la responsabilidad "histórica" de ser el contrapunto, la voz de alerta de lo que para el secretario general andalucista es un retroceso de 25 años. Tanto es así, que se ve a él y a los suyos de "referencia para el futuro".

Pregunta. Por fin solos ¿no?

Respuesta. No es ninguna alegría habernos quedado solos en la defensa de Andalucía.

P. El PSOE dice que se trata de pura estrategia electoral, que busca el contraste para rentabilizar una postura única.

R. Más que preocuparse por el PA, lo que tiene que hacer el PSOE es explicar porqué es capaz de firmar el modelo de Estado de Mariano Rajoy, salvándole la cara un partido que nunca ha creído en Andalucía.

"Me preocupa que Rajoy llame 'veleidad' a lo que yo defiendo. ¿Me va a ilegalizar?"
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"Menos mal que vamos a decir que 'no' e impedir que el 28-F se derogue por consenso"

P. ¿Pero les viene bien electoralmente estar a la contra?

R. Insisto: no. Si la discrepancia fuera del 10%, sería una estrategia electoral, pero la realidad es que no hay nada en lo que nos podamos ver representados.

P. Todos los partidos ven bien el Estatuto. Incluso el PSA. ¿Cómo transmitirá que todos son unos traidores menos ustedes?

R. Hasta hace poco me preguntaban que cómo era que defendíamos el no, estando el PP en el no. Se lo he escuchado a muchos dirigentes del PSOE. Y ahora que el PP está con ellos, ya lo grave no es estar con el PP, sino estar contra el PP. El PA va a prestar un gran servicio a esta tierra, porque lo que no puede ser es que la derogación del 28-F se haga por el consenso de todas las fuerzas políticas. Puede haber tres partidos que se creen muy mayoritarios, ya lo veremos en las próximas elecciones. Vaya a ser que el que es tan minoritario no lo sea tanto. Tenemos que hacer este ejercicio de reivindicación porque lo grave para Andalucía sería que esto se aprobase, para colmo, sin que nadie tuviese un discurso contrario. Entonces si que estaríamos perdidos. Menos mal que el PA va decir que no y va reclamar un Estatuto mejor, será la voz de los que queremos una autonomía mejor. Tenemos que jugar el papel de único partido de obediencia andaluza.

P. Una vez que pase el referéndum y se apruebe, ¿qué hacer?

R. Seguiremos explicando nuestro Estatuto, porque nosotros hemos hecho un proyecto propio, una alternativa. Mientras que en 1918 y 1919 los andalucistas históricos estaban aprobando documentos (la bandera, escudo, el Manifiesto Nacionalista) el PSOE y PP de la época también aprobaban cosas. ¿Hay alguna que esté en el Estatuto vigente? Ni una sola. Lo que tiene trascendencia son los documentos que aprobaron los andalucistas. Y los andaluces del futuro basarán sus reivindicaciones sobre nuestros documentos, los del PA. Sabemos que tenemos un papel histórico, el papel de servir de referencia para todo el futuro.

P. O sea, que el PA estará en los libros de historia como ahora lo está el grupo de Blas Infante.

R. Hemos defendido que Andalucía es una nación y sabemos que no van a pasar ni tres generaciones ni dos para que Andalucía aparezca reconocida como nación en un texto legal.

P. Vamos, que se ve usted como el Blas Infante del futuro.

R. (Risas) Espero que no me maten, pero...

P. ¿Cuál es el agravio fundamental del Estatuto?

R. La financiación. Cataluña la tiene resuelta en su Estatuto. Tiene un mínimo de autonomía financiera claro, reduce su déficit fiscal, sus inversiones se harán según el PIB, incorpora al sistema una serie de criterios que son los que le interesa... Y nos tememos que aunque se diga que estas son asignaciones que, bueno, se ponen, como elemento de negociación, pero ya se verá, al final, se apliquen, y nosotros no tengamos nada.

P. ¿Es posible que de los 246 artículos no le guste ninguno?

R. Es que yo no comparto el modelo de Estado con Mariano Rajoy. Es que no es la España en la que yo creo: confundir unidad con uniformidad es un auténtico disparate. Muchos queremos estar en este Estado asumiendo que no somos iguales, y que eso forma parte de la riqueza de este país, de la pluralidad. A mi me preocupa mucho que lo que nosotros defendemos, Rajoy lo llame "veleidad nacionalista". Mire usted, es mi ideología, yo creo en esto, ¿qué va a hacer? ¿ilegalizarme también? ¿Ese es el modelo de Estado que defiende la derecha de este país?

P. Chaves ha dicho que lamenta que el PA se convierta en una fuerza extraparlamentaria.

R. Sí, sí, ya, una de las personas que más se preocupan por lo que le pasa al PA es Chaves, seguro que el segundo es Arenas, y el tercero es Valderas (risas). Les pido que se preocupen más por el futuro de Andalucía que por el de PA. Chaves ha debido de pensar menos en la foto con Arenas (quien le ha estado sistemáticamente ninguneando) y haber reivindicado ante Madrid, y no estar obsesionado por una legislatura más, que estas cosas pasan. Nadie recordará si Chaves estuvo tres o cuatro legislaturas, lo que si recordarán es que fue el presidente que derogó el 28-F.

P. Ahora hace mucho hincapié en la financiación, pero su primer discurso contra el Estatuto fue pedir que figure nación.

R. No era por la palabra. Hace 25 años el debate era si la autonomía se hacía por el artículo de la Constitución 151 o por el 143, y alguien podía decir que por qué nos empeñábamos en el 151. Pues porque uno llevaba a un modelo autonómico de primera y el otro de segunda. Pues lo mismo pasa ahora: nación va a llevar a un modelo autonómico, que lo va tener Cataluña, País Vasco y probablemente Galicia, y no tener nación llevará a otro modelo de segunda. ¿Cómo se llamará esa autonomía de segunda? ¿realidad nacional o lo que sea? Detrás de la palabra viene un tipo de autonomía.

P. Llegaron a un punto de pasar por alto nación.

R. Si hubieran accedido al reflejar el contenido de ese concepto, claro. Siempre he dicho que no es la palabra por la palabra, es que la palabra, insisto, lleva a un tipo de Estatuto.

P. Pero cuando se ha vinculado realidad nacional al Manifiesto Nacionalista de 1919 se añade incluso el espíritu soberanista, tienen que estar contentos.

R. (Risas) Por ser serios, el concepto es el concepto. El resto del Estatuto no es del mismo nivel que Cataluña, y en el Congreso se lo escuché a varios, no sólo a Rajoy. Gallegos y vascos ya han advertido de que no consentirán que se les aplique el modelo andaluz.

P. PSOE e IU dicen que sólo han añadido retórica y latiguillos al texto sobre la Constitución para contentar al PP.

R. ¡Hombre, latiguillos que representan 57.000 millones de diferencia! Se ha eliminado los blindajes en competencias, ya que como hay permanentes referencias a la Constitución y a la legislación básica del Estado, lo que se está decidiendo es que toda competencia de Andalucía está sometida a la injerencia que quiera establecer el poder estatal. Esto es un disparate. En materia de bilateralidad, hemos logrado sólo propuestas retóricas. En derechos, frente a los exigibles a los tribunales que tienen otros, nosotros tenemos únicamente declaraciones de principios que son difícilmente alegables ante una instancia judicial, y se lo digo yo que soy letrado y sé diferenciar lo que es impugnable y alegable ante un tribunal, y lo que son principios retóricos que aparecen en muchas normas, la Constitución incluida... Yo no quiero ser como Cataluña, pero quiero tener los mismos derechos que Cataluña. No sé que razón histórica o cultural les faculta a ellos a tener más derechos que nosotros.

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