El Levante se arremanga mejor que la Real

El Levante se arremangó mejor en el barrizal y dejó a la Real con la misma cara de derrota que tenía con Bakero. Ha llegado Lotina para poner orden pero la pinta es la misma, la de un equipo que no sabe ganar. Tampoco a un Levante que se manejó muy bien en el único partido posible sobre los charcos. El concierto de Springsteen y la lluvia dejaron el césped lleno de fango y los futbolistas de choque llevaron la voz cantante. Y ahí el Levante fue superior. Camacho y Berson se fajaron en le centro y Ettien y Kapo voltearon a la defensa realista.

Con la casa patas arriba, el sensato Lotina quiso arreglar primero el embrollo en defensa. El técnico apretó a los jugadores y juntó las líneas. El equipo buscó el balón para sacudirse la lluvia y los fantasmas, pero chocó contra el muro del Levante y contra su incapacidad de hilar jugadas más allá del recurso a Kovacevic. El delantero se vació persiguiendo la pelota, lejos de resignarse al mal fario de su equipo. Pero nada. El Levante golpeó en un saque de esquina que Ettien cabeceó muy cómodo y Meyong Zé remachó tras el despeje de Bravo. El primer gol que marca este curso un delantero granota. Desgobernado hasta ese momento, el partido quedó decantado por Ettien, a quien le da igual como esté el campo, y Kapo, más libre en la media punta que en la banda.

Con el gol en el saco, el Levante encontró la coartada para cerrar filas y blindarse con N'Diaye y Tommasi. Para desdicha de la Real, el partido siguió sin toque en el centro del campo, expuesto a un disparo lejano o una falta al borde del área. Lotina meneó el banquillo y la Real se acercó a Molina. López Caro ha inculcado la filosofía del sufrimiento y el equipo aguantó hasta la sentencia de Courtois. Lotina quería "dejarse de empates" y la Real se marchó todavía más herida.