Los jueces han obligado en tres ocasiones a Oña a dar información a la oposición municipal
La alcaldesa de Fuengirola ha quitado la dedicación exclusiva al portavoz del PSOE
Hacer oposición en el Ayuntamiento de Fuengirola no resulta fácil. Esperanza Oña, que como portavoz del PP en el Parlamento Andaluz se queja con frecuencia de la falta de respuesta del Gobierno autonómico a sus interpelaciones, debe afrontar como alcaldesa de Fuengirola protestas similares de la oposición municipal. En tres ocasiones, los tribunales han amparado al grupo municipal del PSOE para obtener información y hace dos meses retiró por decreto la dedicación exclusiva al portavoz socialista, Moisés Sánchez, su adversario en las próximas municipales.
El PSOE pidió el amparo de los tribunales ante la negativa del equipo de gobierno a facilitar información sobre los contratos laborales realizados por el consistorio entre octubre de 2003 y abril de 2004, las facturas de los teléfonos móviles corporativos del consistorio y la relación de personas que asistieron a un viaje a Melilla sufragado por el consistorio en abril de 2003. El organizador de aquel viaje fue un ex colaborador de Oña que la propia alcaldesa denunció por malversación. En los tres casos los jueces obligaron al equipo de gobierno a facilitar la información en sentencias dictadas entre 2004 y 2005, una de las cuales fue recurrida sin éxito por la alcaldía.
Oña asegura que nunca ha negado información a la oposición, salvo en casos como estos tres en los que se solicitaban datos personales que podrían estar protegidos por ley y por tanto no se podían facilitar a in tercero. "Ante las dudas, fui yo la que decidí que me tenía que decir un juez si procedía facilitar la información". En la sentencia, el juez determinó que no se puede considerar tercero a un miembro de la corporación municipal contratante.
La resolución judicial también proclamó que "la petición de documentos concretos y determinados referentes a unas actuaciones del Ayuntamiento del que el solicitante forma parte como concejal, ha de reputarse precisa para el desarrollo de su función y la negativa (sin otro fundamento que el unilateral criterio de la alcaldía de considerar innecesaria la documentación solicitada para el desarrollo de las funciones de concejal) infringe el derecho fundamental establecido en el artículo 23.1 de la Constitución".
El pasado mes de agosto, Oña dictó un decreto por el que quitó la dedicación exclusiva al portavoz del PSOE, Moisés Sánchez, que es la única que tenían reconocida los ocho concejales del grupo socialista. "Tengo mis motivos, pero no los puedo desvelar", ha explicado Oña al respecto.
La alcaldesa critica además a su adversario a la alcaldía porque dice que "él tiene trabajo en un instituto y le quitó la dedicación exclusiva a otra edil del PSOE que está en paro", aunque sí reconoce que es el grupo político afectado, en este caso el PSOE, al que le compete decidir quien se queda con la dedicación exclusiva a la que tiene derecho. El grupo socialista decidió en noviembre pasado que Sánchez tuviera la única dedicación exclusiva reconocida al PSOE toda vez que era el portavoz y va a ser candidato a la alcaldía. Ahora sólo puede dedicarse a la actividad política por las tardes en un municipio que sobrepasa los 50.000 habitantes.
Despacho en el palomar
El PSOE se queja también de que la alcaldesa "impide" que pueda presentar mociones sobre determinados temas en los plenos y de la falta de medios para desarrollar su trabajo de oposición porque sólo dispone de un secretario a media jornada para asistir al grupo, y tiene asignado un pequeño despacho en el palomar de la sede consistorial, por lo que el partido tiene alquilado un local cercano para el trabajo del grupo municipal. Oña asegura que el PP no tiene despacho y que todos los grupos disponen de los mismos medios, y dice que cuando el PSOE gobernaba el consistorio mandó al secretario municipal al palomar. "¿Lo que es indigno para un grupo político no lo era para un funcionario de los cuerpos nacionales?", se pregunta Oña, que es alcaldesa desde 1991.
"Hacer política en Fuengirola es muy difícil porque la alcaldesa se emplea en la caza y captura de la oposición y quiere que todos estemos a su servicio, administra el Ayuntamiento como algo que es suyo", se queja Moisés Sánchez. La alcaldesa replica: "Siempre están con lo mismo, tienen mucho rollo y lo que pasa es que la oposición no tiene nada que hacer ni nada que proponer".
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