Blatter desafía a Europa

El presidente del FIFA, Joseph Blatter, cerró ayer en Barcelona un acuerdo con el Sindicato Mundial de Futbolistas (43.000 afiliados) para, esencialmente, contar con más apoyos en su propósito de que el fútbol se rija por sus propias normas sin interferencias de leyes de rango superior. Por ejemplo, se propuso que cada equipo jugase con seis jugadores elegibles por su selección nacional. Un deseo que choca con la ley europea de libre circulación de trabajadores. Blatter suele recordar la "especificidad" de su deporte para justificar su pretensión de que los clubes adscritos a su organismo renuncien a litigar a través de la justicia ordinaria y no de los reglamentos internos del organismo.

"No debemos temer a los políticos; ellos se dedican a lo suyo y nosotros al fútbol"

"La situación actual de contratar a jugadores ya formados en otros clubes impide que el club local forme futbolistas, ya que normalmente el entrenador prefiere un jugador que ya venga formado", argumentó el dirigente, que ya ha planteado en varias ocasiones modificar las normas para beneficiar a los futbolistas locales e "incentivar a la cantera". "Deberíamos utilizar el sistema de 6+5", apuntó. Blatter explicó en que consiste: "Cada vez que un equipo salga al campo deberá contar con seis jugadores de ese país y cinco de otros", reiteró antes de justificar su postura: "No debemos tener miedo de tratar este tema con los políticos; ellos se dedican a la política y nosotros al deporte. Está claro que no podemos legislar cuestiones de derecho penal laboral, pero todas las cuestiones de organización de competiciones y control disciplinario deben ser tratadas en el seno del fútbol".

Blatter aseguró que la FIFA aún debe discutir esta posible medida con los clubes en el grupo de competición de la FIFA que será dirigido por el presidente del Barcelona, Joan Laporta, y que se reunirá en noviembre. En opinión del dirigente el problema de la ausencia de jugadores nacionales es exclusivo de Europa, no de otros continentes.

"Es un día histórico porque tendemos la mano a los jugadores para solucionar los problemas que acechan al fútbol, como la corrupción, el dopaje y el racismo", dijo Blatter tras firmar el protocolo con su homólogo del sindicato, Philippe Piat.

"Los futbolistas son parte de la familia del fútbol y deben formar parte de las soluciones a nivel internacional", insistió el presidente de la FIFA. El camerunés del Barcelona Samuel Eto'o valoró el acuerdo y resaltó: "Es bueno que podamos participar en la toma de decisiones".

Blatter, en su extenso discurso, también se mostró convencido de que la FIFA y los clubes alcanzarán un acuerdo sobre las posibles indemnizaciones sobre las lesiones de los jugadores con sus selecciones. Confía en que el acuerdo llegue antes de que el juez que instruye el caso Charleroi -el club belga solicitó una compensación a la FIFA por la lesión de un jugador de su plantilla, Abdemalmajid Oulmers, mientras jugaba un amistoso con Marruecos- emita su fallo.

En este sentido, Blatter recordó que durante la disputa del Mundial de Alemania se creó "un fondo especial para las lesiones durante el torneo y fue muy bien aceptado" y adelantó que la FIFA estudia "una solución de carácter universal en la que aún estamos trabajando". El presidente del órgano rector del fútbol, además, se mostró partidario de la profesionalización del arbitraje -"jugadores y entrenadores lo aceptarían como uno más de su profesión y se evitarían algunas tentaciones"- y apuntó que la FIFA estudia introducir la tecnología para ayudar a resolver los goles fantasma. Blatter también negó que la institución que preside se haya planteado la posibilidad de aumentar el tamaño de las porterías para favorecer el espectáculo y los goles porque "no importa la dimensión de las porterías, sino la filosofía del juego".