_
_
_
_
Crónica:Fútbol | Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Steaua pierde solo

Un autogol de Nicolita clasifica para octavos de final al Madrid, que no dominó el partido y tuvo muy poco juego

José Sámano

Sin juego y puntería, el Madrid se encontró con una victoria entregada en bandeja por un rival que le tuteó durante un buen trecho del partido. Al Steaua le bastó mostrarse muy corajudo para tener firme al Madrid, que se defendió mal, despreció cualquier tránsito por el medio campo y remató peor. Pero apareció Nicolita y entre él y su portero aliviaron al equipo español, que ya está clasificado para octavos de final cuando faltan dos jornadas.

Los entrenadores con el molde de Capello sostienen con machaconería que los equipos se construyen desde atrás. Un eufemismo para maquillar su vocación defensiva. Para ellos, no perder es el punto de partida y las victorias son una derivada. Con los años, este tipo de técnicos, que no se consuelan con una retaguardia firme, han invadido el centro del campo con otros dos defensas, por más que algunos títulos de crédito les anuncien como pivotes. Es el caso del Madrid, que se tapa con cuatro zagueros y se blinda con Emerson y Diarra. O eso pretende, porque al final un equipo como el Steaua -y no es el primero que lo hace- le crea media docena de ocasiones de gol. A cambio, el Madrid, de susto en susto, no teje el juego porque no tiene otro arquitecto que Guti. Por los costados sólo tiene salida con Robinho, porque Raúl no es extremo. Así esculpido, el Madrid, perfilado para cerrar cualquier rendija a su rival, resulta que recibe demasiados golpes y apenas inquieta. Un capítulo que se repitió ante el campeón rumano, que le tuvo sometido durante todo el primer tiempo, para jolgorio de los miles de rumanos que se reunieron en Chamartín.

REAL MADRID 1 - STEAUA BUCAREST 0

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Helguera, Cannavaro, Roberto Carlos; Diarra (Beckham, m. 58), Emerson; Raúl, Guti, Robinho (Reyes, m. 86); y Van Nistelrooy (Ronaldo, m. 73). No utilizados: Diego López; Rául Bravo, Pavón y Mejía.

Steaua Bucarest: Cernea; Stancu, Goian, Ghionea, Marin; Nicolita, Parashiv (Thereau, m. 79), Oprita (Coman, m. 83), Petre; Dica y Badea (Lovin, m. 79). No utilizados: Carlos Fernández; Panait, Bostina y Baciu.

Goles: 1-0. M. 71. Nicolita cede la pelota a Cernea pero marca en propia puerta.

Árbitro: Konrad Palutz (Austria). Amonestó a Petre, Nicolita, Cernea y Goian.

Unos 78.000 espectadores en el Santiago Bernabéu.

El equipo de Capello sólo mejoró cuando tuvo un pivote defensivo, Emerson, y Guti a su lado
Más información
El Bernabéu pita en rumano

Superados Emerson y Diarra -el primero mejora en la misma medida que el africano pierde gas-, el equipo de Capello no sólo se vio domesticado, sino que se hizo muy largo. De los centrales al estático Van Nistelrooy se abrió un océano, lo que aplaudió el Steaua, que se encontró con más hectáreas de las que sospechaba antes del choque. Agobiado Casillas, de su colega Cernea sólo hubo un plano en el último minuto del primer tramo, cuando primero con las manos y luego con la puntera derecha evitó que el Madrid se adelantara tras un remate de Van Nistelrooy a un palmo de su flequillo.

Un espejismo lo de Cernea, un suplente que ha recuperado el puesto después de que el presidente del equipo, Gigi Becali, anunciara hace unos días que pagaría 100.000 euros al que fichara al titular, el portugués Carlos. Puede que ahora también abone algo por Cernea, que pasada la hora de partido se hizo un lío con Nicolita y éste sirvió la victoria al Madrid. Lo que no pudo hacer minutos antes Helguera, que a un centímetro del gol envió la pelota al graderío. Entre Nicolita y Cernea, que se citaron en dirección contraria en una cesión del defensa a su portero, mandaron al garete al Steaua, que había trabajado a destajo desde el inicio, que se había mostrado con mayor empaque que en el duelo de Bucarest. Lo contrario que el Madrid, que dio un paso atrás.

Para desatascar definitivamente al Madrid de nuevo apareció Cernea, que tardó una hora en decidir si salía o no ante la llegada en solitario de Van Nistelrooy y cuando se dio por enterado derribó al holandés. Para entonces Capello ya tenía programado que Ronaldo sacara provecho de su calentamiento en la banda. Van Nistelrooy era el sustituido, pero antes tenía la oportunidad de despedirse con un brindis a la hinchada. Pero el holandés falló el penalti y todos los confetis fueron para el delantero brasileño. Al Madrid actual le faltan tantos alicientes que el público está muy atento a los pequeños detalles. A falta de juego el calentamiento de tal o cual jugador, los gestos de Capello o el color del pelo de Beckham protagonizan las chácharas en las tribunas.

Empeñado en el doble pivote, Capello sólo hizo una concesión cuando cerca de la hora, con el marcador a cero, dio un portazo a Diarra. Guti se asoció con Emerson y Beckham se fue a la derecha. Como era previsible, el Madrid mejoró. Con Guti el equipo encontró una linterna y con el inglés en su sitio la pelota llegó mejor enroscada al área, por donde ya podía acercarse Raúl. Curioso, con Guti en la trinchera y un fogonero menos como Diarra, el Steaua apenas se acercó por la portería de Casillas. Pero hay cosas innegociables con Capello, al que no le gusta el tráfico de la pelota por lo que se defiende atrás y en el medio. ¿Y el ataque? Cuestión de que aparezca una estrella o un defensa rival algo patoso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_