Athletic y Osasuna se reparten el castigo

Un empate ya no es una buena noticia en el Reyno de Navarra ni tampoco en San Mamés. Pero no hay para mucho más y el castigo de ambos equipos parece dictado. Ayer se repartieron tramos de inventiva, las dos mitades, la posesión e incluso las ocasiones. Y también la agonía de no vencer. El Athletic se permitió, incluso, jugar un buen fútbol, con atisbos de mucho orden -especialmente mental- e ideas. Pero sólo les duró una parte. Etxeberria, Yeste y, sobre todo, Gabilondo resultaron básicos para espantar el habitual maltrato al balón que los de Bilbao perpetran desde hace dos cursos. Cuando el ex realista y Yeste sintonizaron, los de Sarriugarte desplegaron sus mejores minutos. Así llegó el gol, tras una jugada trenzada que acabó en los pies de Etxeberria. Su pase, magistralmente cabeceado por Gabilondo, acabó dentro. Antes, el Athletic ya había sabido quitarse de encima el pausado control de Osasuna, que salió valiente y terminó la primera mitad acogotado. Ni un solo disparo a la meta de Lafuente, salvo en remates desviados y más ineficacia ofensiva de la mostrada en el último mes. Ni Milosevic ni Webó ni Valdo estuvieron en su sitio y mucho menos crearon peligro a la defensa del Athletic, blanda por naturaleza.

Pero el receso hizo cambiar el rumbo del partido. Soldado, tras su inclusión, fue el primero en probar a la zaga, que se derrumbó en este embate. Sarriegi, en el primer apuro del choque, le regaló el balón para que el ariete se estrenase y rompiese una racha de 600 minutos sin marcar para su equipo. Hasta entonces, la aportación del conjunto navarro había sido mínima.

Los cambios de Ziganda surtieron efecto, Osasuna tomó oxígeno y el partido se abrió. La calidad del primer tiempo terminó por diluirse, pero a cambio se ganó en nervios. Gabilondo y David López, muy entregado, abrieron la veda de las ocasiones. En los minutos más locos del encuentro, faltó la puntería y brilló Lafuente, con tres intervenciones, lo que condena a ambos conjuntos a seguir sufriendo en la parte baja de la clasificación.