España, a todo gas

Ningún deporte le ha dado tantas alegrías a España como el motociclismo, donde no hay año en que no aparezca algún niño que se empeñe, y consiga, dinamitar un récord de precocidad. Ayer, Jorge Lorenzo, de 19 años, se hizo un hueco en el poblado santoral del motociclismo español al lograr el título en los 250cc, una cilindrada en la que, antes que él, sólo habían triunfado Sito Pons y Dani Pedrosa, bicampeones ambos de la categoría. Lorenzo engordó hasta 10 la lista de corredores elegidos, con Ángel Nieto y sus 12+1 títulos a la cabeza, y firmó el triunfo número 30 del motociclismo español, que sólo permanece por debajo de Italia (72) y Gran Bretaña (43).

Lorenzo une su nombre al de Álvaro Bautista, de 21 años, que ha firmado la mejor temporada que se recuerda en el octavo de litro, superior incluso a la del mismísimo Rossi cuando era niño. Por encima de ellos, en lo que a títulos se refiere, está todavía Dani Pedrosa, que tras exhibirse en las dos categorías menores se atrevió dar el salto a MotoGP, lo que parecían palabras mayores. Pedrosa cerró ayer el campeonato como el cuarto mejor piloto de la categoría, y firmó unos registros en su año de novato (con dos victorias incluidas) que ni siquiera Rossi conoció.

El motociclismo español dio el enésimo salto de calidad precisamente el día en el que, en Cheste, ante 129.446 aficionados -una cifra jamás conocida en este circuito- se produjo la noticia del siglo: Valentino Rossi ya no es campeón del mundo. Desde 2001, la máxima categoría del motociclismo no conocía otro ganador que el italiano, cuya dictadura tocó ayer a su fin por culpa de una mala salida y una caída. De todo ello se aprovechó Nicky Hayden, que se lleva el Mundial con el reconocimiento que el propio Rossi le ha dado pero con una estadística de tono gris, pues nunca un piloto ganó un título en la máxima categoría con menos victorias en un campeonato de larga duración: dos. El triunfo de Hayden dejó a Italia sin título alguno que llevarse a la boca, algo que no se vivía desde 1993, y coloca a España como la mejor situada para años venideros, con pilotos casi imberbes capaces de ganar en todas las categorías. Ayer, Héctor Faubel sumó en 125cc otro triunfo, colofón de una temporada para enmarcar.