Operación Colombo
En el curso de la Operación Colombo fueron asesinados, una vez más, opositores al régimen dictatorial de Pinochet. Pero esta vez los crímenes fueron justificados desde el poder. O eso pretendieron quienes lo inventaron: quisieron hacer creer que 119 militantes de varios partidos de izquierda chilenos, detenidos entre mayo de 1974 y febrero de 1975, fueron "ejecutados por sus propios camaradas". Eso decían periódicos y revistas cercanos a la dictadura, para convencer al mundo de que las víctimas se habían matado entre sí por rencillas internas de la izquierda.
El 7 de julio de 2005, Pinochet fue despojado de su inmunidad por 15 desapariciones. Y meses después, en diciembre, sufrió un segundo desafuero por el secuestro y desaparición de otras 29 personas. Dicen que el mayor mérito de esta operación no consistió en el guión cinematográfico de su burdo montaje, sino en haber conseguido que, por primera vez, Pinochet fuera fichado -toma de huellas dactilares y posado de frente y perfil-, como un delincuente común.
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