"Ya no saltan por encima del portero"
Tras la grave lesión de Cech, los guardametas reflexionan y proponen medidas para aumentar su protección ante los choques con los delanteros
Saltar por encima del portero. Esa imagen tan común en los años setenta resulta cada vez más insólita: el célebre Juanito, por ejemplo, brincando por encima del guardameta cuando veía que no llegaba a la pelota. Los delanteros ahora prefieren dejar la pierna. Por si acaso el árbitro pita penalti. El oficio de portero siempre ha tenido sus riesgos y las recientes lesiones de los dos arqueros del Chelsea, Cech y Cudicini, han reabierto el debate sobre su protección. Cech estuvo a punto de perder la vida hace dos semanas cuando, al salir a ras del suelo, fue golpeado en la cabeza por la rodilla de Hunt, del Reading. Sufrió una fractura del cráneo que precisó una intervención quirúrgica y un mínimo de seis meses para recuperarse. En ese encuentro, el meta suplente, Cudicini, soportó otro golpe tremendo en la cabeza con resultados menos serios. El técnico del Chelsea, José Mourinho, reclamó castigo para Hunt. Y el delantero Drogba señaló: "No fue un accidente. Hunt vio que iba a golpear a Cech y no hizo nada por evitarlo". En la historia del fútbol, son muchas las cicatrices de los porteros en sus encontronazos con los delanteros, si bien los fallecimientos han sido escasos. El 21 de agosto de 1986, José Antonio Gallardo, meta del Málaga, salió a los pies de Baltazar, delantero brasileño del Celta, quien saltó para evitar el choque. No hubo impacto, pero sí un roce que causó una herida en la cabeza de Gallardo. Éste entró en coma y murió el 15 de enero del año siguiente. En agosto de 2001, Sergei Perjon, meta del CSKA de Moscú, también falleció tras una lesión cerebral por un golpe frente al Makhanchkala de Daguestán. En 1927, David Arellano, arquero del Colo Colo chileno, murió en Valladolid tras un salto con Hornia: el jugador español cayó con la rodilla sobre el bajo vientre del guardameta chileno. Y en 1931, el portero del Celtic John Thomson pereció a causa de una herida en la cabeza en un encuentro ante el Rangers en Ibrox Park. Éstas son las reflexiones de los porteros consultados.
"Chocar es inducir a la duda sobre si existe falta o no", sentencia Andoni Zubizarreta
- Zubizarreta (ex portero del Athletic, Barcelona y Valencia): "Saltar por encima del portero es una imagen de los años setenta que ahora ya casi no existe. Chocar es inducir a la duda sobre si es falta o no. Ésa es la dinámica. Al margen del riesgo, también hay un punto de fatalidad y de hipocresía. Siempre puede suceder y al portero más. Con un balón dividido, el primer objetivo del delantero es la pelota, independientemente de si va a chocar con el portero. El fútbol inglés admite más el contacto en su cultura. Y el fútbol, por definición, es de contacto".
- César (portero del Zaragoza): "Así como la falta por detrás supone una expulsión por ser peligrosa, y me parece bien, estas acciones en las que no se llega al balón y no se salta, se deberían sancionar más. Cuando el portero se tira al suelo, sabe que se juega la cara, sabemos que es nuestro oficio. A mí me han roto la nariz y me ha pasado de todo. Cuando estaba en el Valladolid, Amavisca me abrió una brecha por un balón en el que podía haber saltado. En esos casos, el atacante no tiene por qué meter el pie, porque no tiene opciones de llegar al balón".
- Abel (ex portero del Atlético de Madrid): "No me imagino tener que ponerle un casco a un portero. Tendría que ser un casco muy flexible. A un jugador, con el balón dividido, es muy difícil decirle que pare. Yo, contra el Manchester, en Old Trafford, me quedé inconsciente y me llevaron al hospital. Debería haber una campaña para potenciar la protección del portero. Y los árbitros, antes de los encuentros, deberían advertir a los jugadores sobre el peligro de estas entradas. Aunque yo creo que éstos son casos aislados porque la cultura de la deportividad está avanzando".
- Ramallets (ex portero del Barça y cinco veces trofeo Zamora): "No creo que hagan falta más medidas de protección. Dentro del área chica, el portero es intocable; fuera, es un jugador más. Estas jugadas se producen normalmente cuando el portero sale a destiempo y choca. Lo que sí es indignante es que, según qué árbitros y qué equipos, se pitan unas cosas u otras. Si al primer minuto se tiene que sacar una tarjeta, que se saque, porque hay jugadores que se pasan mucho".
- Frey (portero francés del Fiorentina que sufrió una rotura de ligamentos de la rodilla tras una entrada de Zalayeta, en declaraciones a La Gazzetta dello Sport): "La situación comienza a ser preocupante. Lo que más me duele es que estas faltas ni siquiera son sancionadas, ni los jugadores amonestados. Veo a los árbitros sancionar por mucho menos, y, sin embargo, cuando se arriesga la vida, se hacen los locos. Lo de jugar con casco, ni lo considero. Confío en la ayuda de mis colegas los porteros para que cale este mensaje de protección".
- Bert Trautmann (portero alemán del Manchester City que se rompió el cuello en la final de la Copa de Inglaterra de 1956). "Si aumentan la protección, van a dañar el fútbol inglés. Todos sabemos que es un juego físico. Lehmann se queja de la poca protección, dijo que no quería acabar en una silla de ruedas. Pero si fuéramos por ese camino, nos encontraríamos con gente de profesiones de riesgo que diría: 'Oh, no voy a hacer esto porque es peligroso'. Es ridículo. No sé cómo será ahora en Inglaterra, pero, en el resto de Europa, si te acercas a seis metros del portero y lo miras, parece decir: '¿Cómo te atreves?'. Si eres inteligente, sabes cómo cuidarte. Lo de Cech fue un accidente, pero es muy raro. Hubo el caso del portero del Celtic John Thomson, mi caso y ahora Cech. Tres en 80 años".
Trautmann, que ahora tiene 83 años, se lesionó en el minuto 70 del partido ante el Birmingham City en Wembley cuando fue a por el balón y colisionó contra Peter Murphy. No había sustituciones y Trautmann acabó el encuentro y contribuyó con un par de paradas a la victoria (3-1). Cuando fue al hospital los médicos le dijeron que no entendían cómo seguía vivo tras haber jugado con el cuello roto.
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