La Comisión Europea respaldará al Gobierno en el proceso de paz

La Comisión Europea dio ayer un importante espaldarazo a la iniciativa del proceso para el fin del terrorismo de ETA que promueve el Gobierno socialista para poner fin a la larga historia de violencia en Euskadi.

El vicepresidente del Ejecutivo Comunitario, responsable de Justicia, Libertad, y Seguridad, Franco Frattini, manifestó la voluntad de apoyar el proceso de paz en el debate que mañana se celebrará en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. Mientras, los diputados socialistas y conservadores multiplican sus contactos para conseguir el máximo de apoyos a sus respectivas resoluciones.

Frattini recordó que "ha habido una toma de posición europea del Consejo de Europeo, integrado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco, en marzo de 2006 y del presidente (José Manuel Durão Barroso) que se pronunció en junio". El vicepresidente de la Comisión precisó que esta toma de posición oficial de la Unión Europea "debe ser recordada formalmente".

Frattini manifestó que "la lucha contra el terrorismo sigue siendo prioridad europea y la defensa de las víctimas". El comisario advirtió no obstante de que era muy consciente de "la sensibilidad" que el debate suscita en "los medios de comunicación, la opinión pública y en el Parlamento de España". En este sentido consideró necesario "reflexionar muy atentamente" sobre el contenido de su intervención, que precisó que todavía no había terminado de redactar.

El vicepresidente del Ejecutivo comunitario se mostró convencido de que en cualquier caso durante el debate en la Eurocámara se registrará "una reflexión profunda sobre la importancia de la lucha contra el terrorismo y buscar una paz duradera", que en su opinión "es el gran problema". Desde su punto de vista, "no ayuda" la carta abierta en la que Batasuna pide a la Eurocámara que dé su apoyo al proceso de paz.

La posición del Ejecutivo comunitario ha creado una notable expectativa ante la abierta división que se ha suscitado entre los eurodiputados. La voluntad de Frattini de adoptar una posición comprometida a favor del proceso de paz en España contrasta con las cautelas expresadas ayer por la mañana por el portavoz de la Comisión Europea, Johannes Laitenbeger, quien a preguntas de los periodistas manifestó: "Es un debate en el Parlamento Europeo que, si estoy bien informado, va a votar una resolución, así que no corresponde a la Comisión tomar una posición. Es el Parlamento Europeo el que tiene que hacerlos".

Mientras tanto, diputados socialistas y conservadores siguen a la greña en busca de votos entre los diputados de las distintas formaciones. En este momento la ventaja formal es para los grupos favorables a votar una resolución al proceso de paz, (socialistas, liberales, izquierda unida y verdes). Estos cuatro grupos suman en total 371 escaños, de los 730 que integran la Eurocámara. Por el contrario, el Grupo del Partido Popular Europeo cuenta con un total de 264 escaños. Fuentes de socialistas y conservadores estiman, sin embargo, que la diferencia real entre ambas posiciones es más estrecha y que debe oscilar entre los 40 o 50 diputados.

Elena Valenciano, portavoz adjunta del grupo de los socialistas españoles manifestó ayer claramente su voluntad de puentear al PP español para recabar el apoyo de todos los diputados europeos que fuera posible. "El grupo socialista español va a seguir recabando todos los esfuerzos para alcanzar un acuerdo con el Grupo Popular Europeo". "Si con el PP español no es posible, lo intentaremos con otros diputados del PPE europeo".

A lo largo de la semana se abrió la expectativa de que la portavoz adjunta socialista en la Eurocámara, y el dirigente popular y vicepresidente del Parlamento Europeo, Alex Vidal-Quadras podrían participar en una negociación para acordar un texto único de resolución.

La iniciativa fue abortada por la dirección del PP, y expresada claramente el pasado jueves en Helsinki por el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Los argumentos que esgrimieron los dirigentes del PP es que no podían mantener una posición contradictoria con la defendida en el Congreso de los Diputados en Madrid.

En este sentido, Valenciano manifestó ayer que si había diputados que temían que la situación creada podía conducir a la división, "lo más consecuente en tal caso sería abstenerse al votar las dos resoluciones".