Los jugadores de área son blancos

Visualizó muy bien el partido el Madrid y lo jugó mejor ante un Barça que se perdió en el entrejuego y empeoró con los cambios. El equipo de Fabio Capello tuvo pegada en las dos áreas mientras que el de Frank Rijkaard no acabó las jugadas y se entregó malamente después de sufrir el 2-0 ante la jarana de la hinchada blanca.

- Sergio Ramos. Vulnerable el curso pasado como central, funcionó ayer muy como lateral ante la falta de extremo y de marcaje por parte azulgrana. Tuvo el recorrido franco y envió el centro que cabeceó Raúl a la red en el 1-0.

- Rául. Muy voraz y siempre competitivo, especialmente en los partidos más complicados. Leyó estupendamente el centro de Ramos en la jugada del gol y su remate fue precioso, por más que Thuram no estuvo atento. Insustancial como trescuartista, resultó dañino en el área. Tuvo un segundo gol en un remate que escupió el palo.

- Robinho. Un futbolista que le cambia la marcha al Madrid. Alegre y dinámico, aceleró el juego y encaró reiteradamente a Zambrotta, que tomó una tarjeta, y a los centrales. Intermitente, sus apariciones y maniobras resultaron decisivas, como en el pase a Van Nistelrooy en el segundo gol. El brasileño animó el juego de su equipo y rompió bien en cada contragolpe.

- Messi. Estelar. Muy profundo y rápido con la pelota, desbordó reiteradamente a Roberto Carlos y a Cannavaro le tiró incluso un caño en una jugada desequilibrante. No sólo fue el protagonista del primer remate del Barça a puerta (m. 23), sino que repitió hasta tres veces y le regaló un gol a Gudjohnsen que el islandés desperdició de mala manera. Pese a que no paró y fue con diferencia el mejor de los azulgrana, desapareció prácticamente del encuentro cuando Rijkaard decidió barle al centro del campo al incorporarse Giuly y Saviola.

- Gudjohnsen. Torpe. Aunque funciona como poste, le cuesta asociarse y encontrar la portería. No supo concretar una asistencia de Messi que era gol o gol, cayó en el fuera de juego y reclamó un penalti por un empujón de Ramos. Al Barça le faltó remate y, por tanto, el marcador señaló a Gudi, superado de nuevo por un partido exigente.

- Emersson. El árbitro le perdonó la expulsión después de derribar dos veces a Messi. Recuperó la pelota a menudo y la perdió también de forma reiterada. El brasileño y Diarra bascularon en la medular sin perder la posición. Los dos funcionaron bien en la defensa y no pesaron en el ataque.

- Xavi. Ejerció de 4 después de que Rijkaard prescindiera del medio centro defensivo y apostara por los tres volantes más pequeños: Xavi, Deco e Iniesta. No taparon inicialmente la entrada de la segunda línea madridista para después ser los dueños de la pelota. Iniesta fue aumentando su participación con el discurrir del partido y Deco alternó momentos sensacionales con otros reprobables: robó los mismo balones que perdió (11) y fue sustituido. Al juego azulgrana le faltó velocidad y profundidad para ganarse buenos remates, de manera que volvió a parecer a menudo un equipo de balonmano.

- Sylvinho.. Muy activo y enchufado. Progresó por su carril ante la ausencia de un extremo y se las tuvo tiesas con Raúl. Tuvo más presencia que Zambrotta, superado en la defensa y mal pasador.

- Ronaldinho. Intrascendente. No marcó las diferencias ni apenas intervino en el juego. Al inicio, barrió el frente de ataque, de la izquierda al centro, incómodo como se sentía en la banda, para acabar perdido en la cancha. Muy encimado y falto de regate, combinó poco, apenas remató a portería y encima cargó con una tarjeta amarilla.

- Valdés. Vendido en el gol de Raúl y precipitado en la salida del segundo ante Van Nistelrooy, estuvo bien ante el el surtido de remates del Madrid.

- Van Nistelrooy. Tocó tres pelotas: una acabó en gol, la segunda se estrelló en la cruceta y la tercera la salvó Valdés en un mano a mano. A falta de Eto'o y Ronaldo, el holandés fue el 9 del partido.

- Guti. Apurado al principio, su intervención fue disuasoria en el segundo tiempo. Armó el segundo gol a partir de un córner mal sacado por el Barcelona en una transición vertiginosa; asistió a Van Nistelrooy en un remate franco ante Valdés y acompañó siempre la jugada con criterio.

- Helguera. Mezcla estupendamente con Cannavaro. Los centrales del Madrid cerraron muy bien y no fueron permeables al juego de los medios azulgrana. La pareja Helguera-Cannavaro superó claramente a la que formaron Puyol y Thuram. Al final, visto el resultado, el Barcelona echó muy en falta a Márquez. un jugador solvente, agresivo y que contagia su carácter duro.