Masa corporal e intelectual

Si Dios creó a la mujer, la revista Elle nos trajo a la ubermujer: "De aspecto ultrafemenino y con la cabeza muy bien amueblada; no una rival para los hombres, a los que considera sus iguales, sino benévola con ellos; feminista y con deseos; libre y reconciliada consigo misma y con el sexo opuesto". Pues eso. La Biblia de esta nueva revolución hormonal-socio-cultural, celebró ayer su 20º aniversario en el vale-tudo cultural del Palau de les Arts con una noche repleta de glamour, celebrities, masa corporal e irresolutos IQ (coeficiente intelectual).

El incombustible diseñador Giorgio Armani, aquel que enseñó a Hollywood a vestirse y uniformó a los ejecutivos, recibió el Premio Elle 20 Años, al mejor diseñador. El del mejor diseñador nacional recayó sobre Ángel Custodio Dalmau, más conocido por Custo Dalmau, más conocido por sus camisetas coloristas y por la venta de más de tres millones de prendas al año. La modelo australiana Elle McPherson recibió el galardón a la Top de las Top, con unas piernas interminables que sirven para algo más que caminar. Siguiendo con la estética de lo consagrado por el éxito económico, Elle premió a Ferran Adrià, el mito de los fogones; y a Nacho Duato, el de las coreografías. Alaska recibió el premio Icono de la Modernidad. Su creatividad se ha dado de bruces con el mercadeo. No hay nada nuevo bajo el sol, ni siquiera bajo el Hemisfèric. Pero una fiesta como esta sin Nati Abascal es como poner en escena La Revoltosa de Chapí sin su Mari Pepa. Se puede hacer, pero uno siente que falta algo. Otros que no faltaron a la ración de flashes fueron la nietísima Carmen Martínez Bordiu, Bigas Luna y su Juani de extrarradio o David Delfín.

La ceremonia fue presentada por los televisivos Boris Izaguirre, el dandy de la cultura de masas, y Vicky Martín Berrocal, pareja de hecho gracias a Cuatro, y comenzó con cierto retraso dado el microclima que suele aparecer por la Ciutat de les Arts i les Ciències, y que provocó un atasco de coches y autobuses a la entrada. Como preludio, todos los invitados pasaron por la alfombra roja y el photocall de turno, ante la mirada de los periodistas con cara de qué-buenos-son-que-nos-llevan-de-excursión. Este tipo de celebraciones anima al disfraz bobalicón, a los experimentos capilares, a mostrar con impostura el lugar que uno ocupa en la escala social. Ante un público encumbrado en la Pirámide de Maslov gracias a la mayoría absoluta o las intenciones de voto. Que de todo hay. Y es que el lado chic de los políticos siempre tiene un punto impostado. Vicente Rambla, Pedro Agramunt, Rafael Aznar, Font de Mora, Concha Gómez, Mayren Beneyto, Lola Johnson, fueron algunos de los representantes locales ante tanto nombre exportado en clase business.