De la Torre ofrece al PSOE que decida el futuro urbanístico de la parcela de su madre

El alcalde de Málaga cerró con un golpe de efecto el pleno monográfico sobre la recalificación de unos terrenos de su madre al poner en manos del PSOE la última palabra sobre el destino de la parcela. "Quiero dejar tan claro que todo es tan de buena fe, que le dejo la decisión", emplazó Francisco de la Torre. PSOE y PP volvieron a cruzarse acusaciones de mentiras y manipulaciones en un asunto venenoso que según el alcalde "marcará un antes y un después" en la política municipal, afirmación que los socialistas interpretan como una "amenaza".

Acabada la sesión, la portavoz del PSOE, Marisa Bustinduy, tachó de "irresponsabilidad política" el gesto del alcalde, y aseguró que "es a él a quien corresponde decidir". La edil socialista recordó que su grupo ha presentado una alegación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en la que pide que la polémica parcela se mantenga con su actual calificación de sistema general para zona verde en suelo no urbanizable y que "se acondicione para disfrute de la naturaleza".

Con ello, el Ayuntamiento expropiaría la parcela a precio de suelo no urbanizable. Con la modificación introducida en el plan, aunque se mantiene la parcela como sistema general, el consistorio debería compensar a los propietarios con derechos urbanísticos en suelo urbanizable.

El PP cuidó la puesta en escena del pleno convocado a iniciativa del propio alcalde para dar explicaciones sobre la evolución urbanística de la parcela de la Dehesa del Garabato de la que es copropietaria su madre y con el propósito de dejar sentado que "no hay ningún indicador, ninguna duda de que se haya visto favorecida de una operación especulativa sofisticada como se decía, sino que ni siquiera se ha visto mínimamente favorecida respecto a ningún otro propietario de la ciudad".

El alcalde aportó varios informes técnicos y jurídicos para avalar esta tesis que incluso proyectó en una pantalla. El salón se llenó de simpatizantes del PP -entre ellos algunos directores de áreas municipales- que aplaudieron largamente al alcalde e interrumpieron la intervención de la portavoz socialista con gritos de "embustera", mientras le mostraban tarjetas rojas. La oposición se quejó del formato elegido para el pleno, comparecencia del alcalde, al que acusó de impedir el debate. De la Torre tuvo sendos turnos para iniciar y cerrar la sesión, y en medio cada grupo político dispuso de una sola intervención.

El alcalde justificó que todos los suelos de sistema general previstos en la ciudad se han adscritos a suelo urbanizable, con lo que negó que exista diferenciación en la parcela de su madre. Estimó que la compensación daría derecho a 721,4 metros cuadrados de techo edificable, de los que a su madre correspondería la mitad. De la Torre incluso dijo que en todo caso su madre se ha visto perjudicada con el PP porque en el plan de 1997, cuando él era concejal de Urbanismo, el suelo pasó de ser urbanizable a sistema general no urbanizable.

Esgrimió un informe de la asesoría jurídica que sustenta que no era necesario que se abstuviera en la votación del pleno que aprobó el PGOU porque ni él ni sus familiares "tienen más intereses que el resto de sus vecinos".

Bustinduy insistió en que en el cambio de clasificación del suelo de la Dehesa del Garabato hay "una doble inmoralidad", por los beneficios económicos que con ella obtiene la madre del alcalde y por no haberse abstenido en la votación del PGOU.

Censuró algunas deficiencias en el plan, como las inconcreciones en la ficha sobre el sector donde está la parcela, sin que estén determinados los aprovechamientos, de forma que insistió en que es posible hacer cálculos según los cuales la compensación para los propietarios podría darles derecho a unas 130 viviendas. También denunció que el terreno no está inscrito en el catastro y preguntó al alcalde por otro suelo de 1.230 metros cuadrados que su madre tiene en la zona. Bustinduy dijo que De la Torre ha incurrido en un "cúmulo de contradicciones brutal" y localizó el origen de tanto lío en el "oscurantismo" con el que el equipo de gobierno elaboró el nuevo PGOU.