Un aperitivo para empezar
Croacia, Letonia y Portugal, rivales de España en el Europeo de Madrid de 2007
Por mucho que George Vassilakopoulos, mandamás de la FIBA, recuerde que seis de los ocho primeros clasificados en el Mundial son de la vieja Europa, por mucho que Nar Zanolin, su Director Ejecutivo, insista en que "no hay equipo pequeño ni grupo fácil", por mucho que Pepu Hernández apele a la "humildad", la suerte sonrió a España ayer en el sorteo del Europeo de baloncesto, que albergará del 3 al 16 de septiembre de 2007. Croacia y Letonia, que no acudieron a la cita de Japón, y Portugal, a la que no se veía en la competición desde 1951, serán los rivales de la campeona del mundo en el Grupo B, el más asequible de la primera fase. Los emparejamientos más contundentes se vivirán en el Grupo A, donde la defensora del título, y subcampeona mundial, Grecia, medirá sus fuerzas con serbios, rusos y el vencedor de la repesca, una especie de mini preeuropeo que acogerá Mahón a finales de agosto.
"Los croatas cuentan con un gran proyecto y serán muy competitivos, y Letonia puede crear problemas", aseveró el seleccionador español. Del contingente luso, cuya figura insignia, el alero Joao Santos, apenas juega en Valladolid, comentó que se les ve "felices y contentos de estar en el Europeo, y se merecen un enorme respeto". Poco más. Eso sí, ya en la segunda fase los rivales serán de enjundia. "Grecia, Rusia y Serbia figuran en la primera línea del baloncesto", añadió Pepu, que insistió en que "un torneo así requiere una concentración absoluta, donde hay que ir partido a partido construyendo de nuevo al grupo. De salida no hay nada fácil".
El preparador español demostró tener buena memoria. En el anterior Eurobasket, el celebrado en Belgrado hace dos años, Fran Vázquez impidió la eliminación del combinado de Mario Pesquera en cuartos contra la Croacia de Vujcic y Giricek (100-85). Al menos, la prórroga fue un paseo militar. Y Letonia, donde apenas cuenta Kambala, sólo dobló las rodillas en el tiempo extra (114-109), después de asfixiar a la zona española desde la línea de triples.
"No me importa si somos más o menos favoritos", recalcó Pepu. "Tan sólo queremos seguir devolviendo la ilusión y el cariño que nos llega". Acto seguido, partió rumbo a Oviedo, donde los campeones del mundo reciben hoy el Príncipe de Asturias del deporte.
Pepu y Panagiotis Giannakis, seleccionador de Grecia, fueron ayer inseparables durante un buen rato. El griego se vendió como un gurú del marketing: "Si de verdad quieren enamorarse del baloncesto, entonces sigan a Grecia", comentaba serio, mientras no dejaba de comer los aperitivos que la organización puso ante los invitados al sorteo. El heleno se mostró más comedido con Pepu, con el que se abrazó y conversó de forma animada. Daba igual que España le hubiese arrebatado la medalla de oro en Japón. "Eso significa que el lema del torneo, 'España 2007, donde el baloncesto juega en casa', puede ser verdad, y que ninguno de los participantes nos sentamos extraños. ¡Aunque claro, España tendrá el favor de los aficionados!", solventó Giannakis.
"España vive convulsionada con el baloncesto", refirió a su vez el presidente de la federación, José Luis Sáez, encantado por "el éxito del compromiso". Como el de los ayuntamientos de las cuatro sedes donde se disputará la primera fase. Que España la juegue en Sevilla no es casual. Tampoco que los organizadores hayan destinado a la Alemania de Nowitzki a Palma de Mallorca, donde la colonia germana se cuenta por miles. "Tenemos una petición de Alemania de más de 5.000 entradas para un pabellón que puede tener 6.000 o 7.000 a la venta", reconoció Sáez.
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