La Bolsa de Nueva York rebasa por primera vez los 12.000 puntos

Wall Street mostró ayer su cara más optimista. El índice Dow Jones, el más representativo de ese mercado, superó la barrera de los 12.000 puntos por primera vez en sus 110 años de vida. Los buenos resultados empresariales, especialmente los de IBM, JP Morgan y Yahoo!, impulsaron la Bolsa a valores máximos. También contribuyeron el descenso de los precios de consumo en septiembre y la reactivación del mercado de la vivienda.

Pocos minutos después de que abriera el mercado estadounidense, el índice de valores industriales Dow Jones alcanzó la mejor marca de su historia, algo superior a los 12.000 puntos. El optimismo de los inversores se contagió a otros mercados, que cerraron con importantes subidas. La Bolsa de Francfort logró su mejor marca desde junio de 2001; París y Madrid registraron subidas similares (un 1,1% y un 1,15%, respectivamente), mientras Londres avanzó el 0,68%.

"La importancia de esos 12.000 puntos es que es probable que consigan captar la atención del inversor medio que hasta ahora no se ha mostrado activo en Bolsa", señaló a la agencia Reuters Jane Caron, economista jefe de Dwight Asset Management.

Dos elementos respaldan este buen comportamiento del mercado estadounidense. En primer lugar, los resultados empresariales conocidos en las últimas horas, superiores a lo esperado. El fabricante de microprocesadores Intel publicó resultados cuatrimestrales bajos, pero lanzó buenas previsiones que animaron a los mercados. Algo similar ocurrió con Yahoo!, cuyos beneficios cayeron un 38%, menos de lo esperado. Las mejores cifras correspondieron al fabricante informático IBM y al banco de negocios JP Morgan.

Los datos macroeconómicos insuflaron también aire a la Bolsa estadounidense. Los precios de consumo de ese país bajaron un 0,5% en septiembre, la mayor caída desde noviembre de 2005, lo que deja la tasa interanual en el 2,1%. Es la primera caída registrada este año, debida al fuerte abaratamiento de la gasolina. Al analizarlo, el dato no resulta tan esperanzador. Si se descuentan energía y alimentos, la inflación subyacente -más representativa de la tendencia estructural- subió un 0,2%, suficiente para mantener despierto el temor inflacionista.

El presidente del banco central estadounidense confía en que la desaceleración económica y el abaratamiento de la factura energética acaben por moderar la inflación, aunque necesita datos más claros antes de cambiar la política monetaria.

En paralelo se publicaron datos sobre la evolución de la vivienda, otro de los indicadores de interés para la Reserva Federal a la hora de definir su política monetaria. La vivienda iniciada retomó ligeramente el pulso tras subir un 5,9%, hasta los 1,77 millones de unidades, lo que parece alejar la desaceleración que ha vivido este mercado en los últimos meses. "Estamos cerca del final de ese enfriamiento, pero aún no hemos llegado", advirtió a la agencia Bloomberg Michelle Meyer, economista de Lehman Brothers.