El Chelsea jugará con retrovisor

Ninguna de las preguntas que los periodistas británicos formularon ayer a José Mourinho tenía como referente el partido contra el Barça. La Premier League vive conmocionada por la lesión de Cech y los diferentes estamentos del fútbol discuten sobre el futuro del guardameta checo, las normas que convienen para proteger a los porteros en situaciones de inferioridad como la que afrontó el del Chelsea en Reading y las medidas que se imponen en los estadios en situaciones de extrema gravedad como la vivida el sábado.

"He visto otra vez a Cech y ya sabe quién es. Puede hablar y ha pedido un televisor para ver el partido", relató Mourinho aún aturdido por el dramatismo que ha vivido desde que su portero quedó tendido a poco de iniciarse el partido contra el Reading hasta que fue intervenido de una fractura de cráneo. "No quiero añadir nada más a lo que ya comenté porque mis palabras serían aún más duras", insistió el técnico; "cada vez que miro la jugada estoy más seguro de mi opinión. Cech ha tenido suerte de salir vivo de ésta".

Mourinho: "He visto a Cech y ya sabe quién es. Habla y ha pedido una tele para ver el partido"

Cech partió de la portería a ras de suelo para coger la pelota y, una vez en sus brazos, ya caído sobre el césped, le atropelló Stephan Hunt, el 10 del Reading, en una acción calificada de "criminal" por algunos técnicos. Acelerado como iba, sin opción de alcanzar el cuero, el volante no saltó a tiempo sobre la salida de Cech y su rodilla chocó y hundió el cráneo del meta. Hunt ha sido tan criticado como la asistencia que recibió Cech, un portero largo y grande, hipotenso, considerado uno de los mejores del mundo. "No pudo abandonar el campo en camilla, sino que tuvo que bajar al vestuario en silla de ruedas", contó Mourinho; "la ambulancia tardó más de media hora en poder evacuarle".

El Chelsea ya ha anunciado que presentará una queja a la federación inglesa y otros clubes piden una mayor protección para los guardametas. "Es más importante la vida que cualquier partido", reiteró Mourinho. Frank Rijkaard mostró su tristeza por una jugada "tan terrible" y que de alguna manera condicionará el encuentro de hoy y ayudará a rebajar la tensión habitual entre blues y azulgrana.

Cech tardará meses en reaparecer y su sustituto, Cudicini, también es baja porque sufrió un traumatismo craneal en el mismo partido. Así que al Chelsea no le queda más remedio que recurrir al tercer portero, el portugués Hilario, que el sábado cumplirá 31 años. Fichado este verano por Mourinho, debutará en el Chelsea tras haber jugado en el Oporto, el Barzim, el Académica de Coimbra y el Nacional de Madeira. El fichaje de Vítor Baía por el Barça le dio la titularidad en el Oporto, con el que ha disputado tres partidos de la Copa de Europa: uno en Old Trafford en 1997, en el que sufrió cuatro goles, y dos contra el Barça en 2000, en que los azulgrana ganaron por 4-2 y 0-2.

"No es un niño", aseveró Mourinho sobre Hilario, un meta sobrio, de 1,89 metros y 85 kilos; "está tranquilo y listo para jugar. Ya se lo advertí el sábado para que hiciera los deberes en su casa. A saber, mirar los partidos del Barça. Hilario era un anónimo al que le ha tocado jugar contra el campeón de Europa". El Chelsea jugará hoy con el retrovisor puesto.