_
_
_
_
Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Piloto por la universidad pública

La Rey Juan Carlos de Madrid gradúa a los 11 primeros alumnos de su título propio en Gestión de Transporte Aéreo

Hace dos semanas se produjo en el campus de la Universidad Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid) un hecho inusual. Se graduaban los 11 primeros pilotos universitarios, con el primer programa de este tipo de Europa. De momento es sólo un título propio de la universidad pública, pero sus responsables tratarán de incluirlo en el nuevo catálogo oficial de educación superior.

"Ahora es mucho más barato y fácil hacerse piloto pero también hay mucha más competencia", dice un veterano instructor de vuelo

José María Arancón, de 20 años, recibió el jueves 28 de septiembre el título de grado en Gestión de Transporte Aéreo Internacional. Además, ha conseguido el título de piloto privado y se prepara para habilitarse como piloto de líneas aéreas. Es uno de los 11 primeros graduados (entre ellos sólo una mujer) con ese título propio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

El de Relaciones Internacionales y Aviación Comercial, que dura tres años, uno más que el anterior, incluye el reconocimiento por parte de la universidad del curso de piloto comercial, que también imparte la escuela Airman, con sede en el aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid. Otras universidades, como la de Salamanca, han puesto en marcha también programas parecidos.

"Vi el anuncio en el periódico y unos amigos me dijeron que las compañías iban a empezar a pedir titulación universitaria", explica Arancón.

Tradicionalmente los pilotos de aerolíneas provenían del Ejército del Aire, pero los gobiernos han puesto coto hace años a esa sangría. Formar a un piloto cuesta mucho dinero (el programa de la Universidad Rey Juan Carlos asciende a un mínimo de 61.000 euros) y no estaban dispuestos a seguir dando entrenamiento a quienes luego se iban a ganar mucho más dinero a una compañía. Ahora los militares exigen que los pilotos permanezcan un mínimo de 10 años a su servicio.

Muchos pilotos tienen formación universitaria porque así lo han querido, pero no porque nadie se lo haya exigido para dirigir un avión. Ahora basta con el bachillerato.

Uno de los instructores de Airman, Fernando Travesedo, fue piloto de Iberia, pero antes consiguió el título de ingeniero aeronáutico. Su paso por el Ejército del Aire durante las milicias universitarias determinaron su carrera posterior.

Pero Travesedo se pagó la formación como piloto mientras trabajaba de ingeniero. "Una fortuna: un millón doscientas mil pesetas del año 1972", explica desde el simulador donde acaba de someter a un alumno a la tortura de aterrizar en Barcelona con un solo motor y escasa visibilidad. "Ahora es mucho más barato y fácil pero también hay mucha más competencia. Antes había cinco plazas y se presentaban tres pilotos: ahora hay 500. Pasa en todas las profesiones".

La idea de formar a los pilotos en la universidad y completar su formación técnica con conocimientos jurídicos y económicos empresariales partió de Antonio Yepes, director de la escuela aeronáutica Airman. La vicerrectora de Títulos Propios y Posgrado de la Universidad Rey Juan Carlos, Pilar Laguna, explica que el empeño de Yepes cuajó hace tres años, tras muchas conversaciones.

El programa del título propio consiste en dos cursos académicos en los que los alumnos por la mañana reciben la formación teórica para ser pilotos en Cuatro Vientos y por las tardes el resto de las asignaturas en una sede de la universidad en el centro de Madrid. Los fines de semana alternos realizan las prácticas de vuelo para ser piloto privado.

El tercer curso (que da acceso al segundo título, el de Relaciones Internacionales y Aviación Comercial) incluye el traslado a Estados Unidos para completar al menos 200 horas de vuelo. "Volar en Europa es carísimo", explica Yepes, y además allí la formación es muy práctica", prosigue; "Aquí te cierran el aeropuerto a la mínima, así que en Estados Unidos coges mucha más experiencia volando con mal tiempo, etcétera".

El siguiente reto de este programa de piloto licenciado es convertirse en una titulación oficial reconocida por el Ministerio de Educación, lo que la vicerrectora Laguna asume que no será fácil.

El anuncio de la ministra de Educación Mercedes Cabrera de que en un par de meses tendrá listo el nuevo catálogo de estudios universitarios para su adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior les da esperanza de que pondrán empezar a pedir su título de grado al mismo nivel que las antiguas licenciaturas.Con esa fuerte competencia de la que habla el instructor Fernando Travesedo, algunos aspirantes a pilotos de aviación de líneas aéreas se plantean comenzar a trabajar en el sector en tierra mientras van sumando horas de vuelo y arañando parte del sueldo para pagarse las habilitaciones para los modelos de aviones que reclaman las compañías.

Es el caso de Alberto Galgo, de 22 años, estudiante del programa conjunto de la Rey Juan Carlos y Airman. "Habrá que empezar desde abajo", explica, aunque su meta es volar. Y en una buena compañía. De momento manda currículos para lograr prácticas que "no contesta nadie".

"Las compañías te piden 1.000 horas de vuelo", tercia Rodrigo Portales, que se está pensando si combina su curso de piloto con el programa universitario. "Así que la salida más fácil es hacerse instructor de vuelo y de ese modo ir sumando horas".

Antonio Yepes afirma que ya tiene acuerdos con Air Europa para que los alumnos realicen prácticas en tierra y se familiaricen con aspectos de la industria como la prestación de servicios aeroportuarios o handling.

Para ello les vendrá bien conocer asignaturas como fundamentos de derecho mercantil (90 horas), administración de empresas, marketing o gestión financiera internacional (45 horas), algunas de las que componen el programa junto a otras más específicas del sector como derecho privado aeronáutico (45 horas).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_