El nuevo cuartel general de los Mossos
El edificio alberga la investigación criminal y las unidades de élite de la policía autonómica
El edificio, en la carretera N-150, que une Sabadell con Terrassa, no pasa inadvertido. Oscuro, acristalado y enorme, cuando acaben las obras serán 86.184 metros cuadrados de superficie -tan sólo los vestuarios tienen la misma extensión que una comisaría de los Mossos-.
La nueva construcción está destinada a ser el cuartel general de la investigación criminal y las unidades de élite de la policía autonómica.
La inversión supera los 77 millones de euros y las previsiones apuntan que estará acabado antes de 2008. "Cuando finalice el despliegue estará a pleno rendimiento", asegura la consejera de Interior, Montserrat Tura.
El proyecto de la sede central de los Mossos en Cataluña se anunció en 2002, y desde entonces los Mossos han ido llegando de forma progresiva. Por aquel entonces, el consejero de Interior era Xavier Pomés y aseguró que el fin de las obras estaba previsto para el año 2005.
Se almacenarán los miles de documentos sobre la actividad delictiva en Cataluña
El complejo dispone de un helipuerto, una piscina y una perrera
Los primeros en llegar fueron los agentes de tráfico, que convivieron con las obras e incluso con estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas. Más tarde aterrizó la brigada móvil -los antidisturbios-, seguidos de la policía criminal, los escoltas, los especialistas en subsuelo y las unidades de explosivos. La policía científica, los laboratorios de análisis químico y biológico y los agentes que persiguen los delitos informáticos están a la espera de que se acaben de levantar dos edificios más.
Ahora hay un millar de agentes en el que antaño fuera el instituto Egara. Cuando finalicen las obras serán 2.000 mossos los que trabajarán en la sede central de la policía autonómica en Cataluña.
Pero no todo serán despachos. Con el nuevo complejo, los Mossos podrán dejar de ir de "alquiler". Tendrán un helipuerto propio, de 1.500 metros cuadrados de superficie, una piscina para la unidad subacuática, y una perrera para unos 70 perros de casi 900 metros cuadrados. Hasta ahora debían alquilar todas estas instalaciones ya que no disponían de propias.
En enero de 1984 salió la primera promoción de la policía autonómica. Desde entonces han pasado ya más de dos décadas y el número de agentes es de 11.500.
Entre ellos, están los Tédax, que en sus despachos del nuevo complejo acumulan, entre otras cosas, artilugios desenterrados de la Guerra Civil. Los agentes dicen que las llamadas que alertan sobre el hallazgo de este tipo de artefactos explosivos son casi diarias.
No es lo único que hay en sus estanterías; los Mossos también han requisado desde cohetes antigranizo hasta pequeños explosivos escondidos en pelotas de tenis. Esta unidad se dedica también a investigar cómo se fabrican los más sofisticados explosivos.
En la sede central también trabaja la policía criminal, que almacena miles de documentos sobre la actividad delictiva en Cataluña. Según los agentes, en Cataluña tienen controladas unas 12 bandas de crimen organizado. Eso quiere decir asentadas desde hace tiempo y con organización jerárquica.
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