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Montilla destituye fulminantemente a un líder juvenil del PSC por la agresión al PP

El Parlamento catalán condena con dureza el ataque a Acebes y a Piqué en Martorell

El primer secretario del PSC, José Montilla, actuó ayer con puño de hierro al destituir fulminantemente al primer secretario de las Juventudes Socialistas (JSC) de Martorell (Barcelona), Jordi López, por haber participado el martes en la protesta contra un acto del Partido Popular en el que Ángel Acebes y Josep Piqué fueron agredidos. Todos los políticos catalanes condenaron de manera unánime el ataque de jóvenes radicales a los dos dirigentes del PP. La manifestación de censura más dura partió del Parlamento catalán.

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El presidente del PP reclamó al PSC que tomara medidas al enterarse de que en la concentración habían participado miembros de las JSC. López admitió en un comunicado que él y otros miembros de las JSC se manifestaron, si bien añadió que lo hicieron "pacíficamente", y negó haber convocado él la protesta. El escrito redactado por López señala que la manifestación fue el ejercicio de un derecho: "Es una vergüenza que venga una persona como Acebes, que desprecia a Cataluña".

El primer secretario de las JSC, Raúl Moreno, criticó las afirmaciones de López y de igual forma se manifestó el portavoz del grupo municipal del PSC de Martorell, Francesc Benaiges, que señaló que la ciudad es una población abierta a "la libre circulación de personas e ideas". Benaiges atribuyó el comportamiento de López a "su juventud e inexperiencia" [tiene 18 años] y añadió que su intención era expresar "su forma de sentir sobre cómo ha sido tratada Cataluña" por el PP. Aún así, se mostró crítico por "haber actuado unilateralmente en nombre de las JSC".

En las imágenes de los incidentes ofrecidas ayer por Tele 5, se aprecia cómo el secretario de Organización del PP catalán, Xavier García Albiol, golpea a uno de los manifestantes que blandía una cacerola. García Albiol justificó su actitud arguyendo que se sintió amenazado. "Si alguien intenta tirarme un palo le doy un empujón para que no me dé a mí", declaró a este diario.

Todo el espectro de la clase política catalana coincidió ayer en condenar unánimemente las agresiones contra Acebes y Piqué. La Mesa y los portavoces de la Diputación Permanente del Parlamento catalán, así como el presidente de la Cámara, Ernest Benach, alzaron el tono para pedir "respeto" para todos los partidos y para reclamar que éstos "puedan expresarse libremente", ya que "no permitirlo es desvirtuar la campaña que se tiene que desarrollar con el máximo respeto y convivencia". El presidente Maragall calificó a los agresores de "fascistas". Artur Mas, Josep Lluís Carod Rovira y Joan Saura criticaron también la agresión.

Rápida reacción

Piqué acogió ayer con satisfacción la censura general de las formaciones catalanas, que "en esta ocasión han reaccionado rápidamente", en contraposición con incidentes similares ocurridos en la campaña del referéndum del Estatuto. Piqué resaltó y valoró por encima de todos el mensaje de solidaridad que recibió de su rival político, el candidato del PSC a la presidencia, José Montilla. El líder del PP explicó que había recibido también llamadas de Ernest Maragall, de Alfonso Guerra o el candidato de Ciutadans de Catalunya, Albert Rivera.

Pero no todo fueron agradecimientos. Piqué reprochó las "pseudojustificaciones" de algunos líderes, como la del secretario general de CiU y portavoz en el Congreso, Josep Antoni Durán Lleida, quien a pesar de ser uno de los primeros en manifestarse públicamente contra la agresión dijo luego: "El señor Piqué lo que tiene ganas es de quejarse".

Las críticas más virulentas del PP de Cataluña se centraron ayer en el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, responsable de la seguridad en Martorell, a quien, explicó Piqué, tuvo dificultades en localizar. El candidato del PP subrayó la falta de medios policiales, a pesar de que horas antes de la reunión de Martorell se tenía conocimiento en la zona de que se estaba convocando la protesta a través de Internet y teléfonos móviles.

A pesar de estas informaciones, "las fuerzas fueron insuficientes" y "los refuerzos no llegaron hasta después de mucho rato". "Esta vez no hemos pedido la dimisión de Rangel, pero esperamos que dimita", añadió Piqué, que acusó al delegado del Gobierno de haber hecho "dejación de responsabilidades".

Rangel explicó que el martes pasado dio prioridad a la seguridad de Rodríguez Zapatero, que participó en un mitin en Sabadell. El delegado del Gobierno dijo que tratará de identificar a los protagonistas del incidente y que ha ordenado a los cuerpos policiales extremar las medidas de seguridad en la campaña.

Alabanzas a Tura

Piqué, en cambio, alabó la actitud de la consejera de Interior, Montserrat Tura, de la que dijo textualmente: "Tura estuvo a la altura". Piqué y Tura se reunieron en un área de servicio de la autopista a Barcelona tras los incidentes.

El líder del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, entre otros políticos populares, acusaron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de los incidentes ocurridos en Martorell. García Escudero, que estuvo ayer en Barcelona, se lamentó de que el presidente no hubiera hecho "una mínima declaración" de condena, a pesar de que se encontraba en Sabadell.

Rajoy acusó en Zaragoza al Gobierno de no proteger a los militantes del PP de las agresiones que sufren en distintos puntos de España donde "no pueden expresarse libremente", según informa Concha Monserrat. El PP preguntará el próximo miércoles al Gobierno si está en "condiciones de garantizar los derechos y libertades constitucionales de ciudadanos en Cataluña".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hizo ayer un llamamiento para "serenar el debate". "El señor Acebes y el señor Piqué tienen la solidaridad plena del Gobierno y la condena unánime y sin paliativos por el ataque del que ayer [por el martes] fueron objeto".

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