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Batasuna soslaya su posible legalización en el debate asambleario abierto entre sus bases

En el documento de trabajo indica que la "crisis" del proceso puede acabar en "ruptura"

El documento de trabajo para el curso político que está debatiendo Batasuna en sus asambleas locales evita plantear la cuestión de su legalización y no hace referencia alguna a cómo piensa abordar las elecciones locales del mes de mayo, que son también autonómicas en Navarra. En un documento redactado en euskera, la Mesa Nacional sostiene que el proceso de paz se ha desvirtuado y está bloqueado, y advierte a los suyos de que la "crisis" en que se encuentra puede derivar en "ruptura" si no se alcanza un preacuerdo donde conste el carácter político de la negociación en la futura mesa de partidos.

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La ilegalizada Batasuna ha iniciado el curso político con una actividad intensiva, tanto dentro como fuera de sus estructuras organizativas. Mientras responsables de la Mesa Nacional dirigen personalmente las decenas de asambleas internas en las que sus bases debaten el plan de acción de la izquierda abertzale para los próximos meses, los miembros de su comisión negociadora han intensificado en estos días las discretas reuniones bilaterales que mantienen con el PNV y el PSE para intentar salir del atasco en que se encuentra la futura mesa de partidos, su máxima prioridad política.

En el documento que contiene el Plan del curso político 2006-07, que dibuja las prioridades de actuación hasta el próximo verano, la dirección de Batasuna evita precisamente concretar cómo piensa proceder a su legalización. Y ello a pesar de ser éste un aspecto decisivo, el más polémico y actual, de la hoja de ruta del proceso.

Tampoco hace referencia alguna en este plan a cómo piensa resolver la fórmula de su participación en las elecciones locales de mayo (también autonómicas en Navarra), que es el horizonte más inmediato de la izquierda abertzale para recuperar la presencia institucional perdida con su ilegalización en 2003. No ofrece ninguna pista concreta, más allá de expresar su convicción de que la izquierda abertzale estará presente en los comicios.

Las únicas alusiones a esta asignatura pendiente figuran cuando analiza los motivos de la actual crisis del proceso. Según la Mesa Nacional, el PSOE ha utilizado la legalización de Batasuna como un "chantaje" para "deformar" el proceso e "influir" en él, "intentando, por un lado, representarlo como un tipo de proceso de rendición de ETA y, por otro, como un trayecto que debe realizar Batasuna hacia la democracia".

Batasuna considera que, tras seis meses del alto al fuego indefinido de ETA, el PSOE y el Gobierno han tratado en todo momento de "desvirtuar" el contenido político que debía tener el proceso, al haber supeditado la creación de la anunciada mesa de partidos a que la izquierda abertzale recupere la legalidad. Y sugieren que ésta debía haberse dado como consecuencia de la tregua de la organización terrorista.

Interpretación propia

Para salir de esta situación, Batasuna trata de imponer su propia interpretación del proceso. Exige que antes de constituirse la mesa de partidos se alcance un "preacuerdo" o "una conformidad de base" donde conste el carácter político de la negociación. Que, en definitiva, los partidos se comprometan a que la mesa negociadora contemple las dos reivindicaciones políticas de la izquierda radical: la autodeterminación y la territorialidad.

Frente al paso a la legalidad que le reclaman los socialistas como condición para sentarse en la mesa, Batasuna antepone el reconocimiento del contenido político de la futura negociación. A cambio de conseguir este "acuerdo de base", que considera imprescindible, se muestra dispuesta a ser flexible en los plazos y metodología de la negociación. "Sólo así se podrá sacar al proceso de la situación de crisis", afirma el documento. Pero si ese compromiso no se consigue, "se llevaría el proceso de una situación de crisis a otra de ruptura, con los posibles escenarios que surgirían de esto", afirma ambiguamente el texto.

De esta manera Batasuna deja abierta ante sus militantes la puerta a una posible marcha atrás en lo que hasta ahora se ha avanzado en el proceso. No obstante, asegura que su voluntad es de no "romper" con lo comprometido y tampoco se extiende en exceso sobre esa posibilidad. Y propone una estrategia de "recuperar la iniciativa" perdida, de forma que, así como con su Propuesta de Anoeta logró que se aceptara el "método" de la doble mesa de negociación, ahora debe conseguir imponer su tesis sobre "a qué debe responder el proceso".

Documentos en los que Batasuna recoge su <i>Plan del curso político 2006-2007</i>.
Documentos en los que Batasuna recoge su Plan del curso político 2006-2007.

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