La memoria del 'Titanic'
Familiares de pasajeros del buque naufragado visitan una muestra sobre el transatlántico en Granada
Los Kink fueron una de las pocas familias con pasaje de tercera clase que sobrevivió al completo al hundimiento del Titanic. Era una familia humilde de Suiza que, poco antes de subir al buque, compró unas pequeñas botas para su hija menor. Ahora. 94 años después de la tragedia, aquellas botas que guardó como amuleto la pequeña Louise Kink se exponen con otros objetos que rememoran en el Parque de las Ciencias de Granada la breve y mítica historia del transatlántico.
Joan Randall es ahora la propietaria de las pequeñas botas de su madre. Y ayer visitó junto a un nutrido grupo de familiares de pasajeros del Titanic la exposición granadina, que ha recibido ya más de 180.000 visitas. "Mi madre apenas hablaba de lo que había sucedido en el Titanic. Creo que durante toda su vida permaneció entre sus recuerdos como un hecho horrible que habría preferido olvidar, aunque no creo que le fuera posible hacerlo", recordó Randall, emocionada al contemplar algunos de los objetos.
Los familiares de los pasajeros tuvieron ayer una apretada agenda. Ya por la noche, el Parque de las Ciencias les brindó una cena con un menú similar al ofrecido por el barco unas horas antes de chocar con el iceberg. Entre los invitados a la cena se encontraba también Siv Murdoch, sobrina del primer oficial del Titanic, William Murdoch, uno de los personajes claves en la historia del Titanic. Murdoch era el oficial de guardia cuando se produjo el choque.
Aunque el desenlace no fue precisamente feliz (fallecieron 1.500 de los 2.200 pasajeros), el 80% de los hombres que se salvaron deben su vida a la decisión de Murdoch de permitirles subir a los botes de estribor, mientras que en otras cubiertas se restringió el acceso a mujeres y niños pese a quedar plazas libres. El oficial murió en el barco, cuando trataba de cortar la cuerda de una polea atascada que le golpeó en la cabeza.
"Por desgracia la historia que cuenta [James] Cameron en su película es otra. En ella aparece mi tío siendo sobornado, disparando contra un pasajero, y finalmente suicidándose. Todos esos hechos son falsos y Cameron lo sabía. Incluso la productora Fox hizo una donación a la fundación que con el nombre de mi tío hay en Escocia, para reparar los daños ocasionados a su imagen y a su honor", explica la sobrina de Murdoch, para quien la exposición granadina es una "inmejorable oportunidad" para rescatar la memoria de quienes fallecieron en el buque.
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