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Entrevista:CONCHA GARCÍA CAMPOY | Directora y presentadora de 'Las mañanas de Cuatro'

"Vamos a demostrar que somos una alternativa"

Juan Cruz

Concha García Campoy (Terrasa, Barcelona, 1958), curtida en la televisión y en la radio, debutó ayer con Las mañanas de Cuatro (10.50, de lunes a viernes). Éstas son sus reflexiones al terminar su primer programa.

Pregunta. ¿Difícil el arranque?

Respuesta. Fueron difíciles los días previos; pusimos a prueba muchas cosas, algunas funcionaban, otras no. Lo importante era ajustar bien el equipo. Y tengo la suerte de contar con gente magnífica, aunque nunca habíamos trabajado juntos. Yo pensaba que el día del estreno íbamos a estar más verdes. La máquina está engrasada. Ahora tenemos que poner a funcionar buenos contenidos.

P. ¿Qué le pareció el primer programa?

R. Yo creo que hemos conseguido salir con un buen programa. Tenía el aire de haber estado ya varios días en antena. Lo que importaba era hallar el tono, que fuera el de la cadena, elegante, popular, con un toque especial. Cuatro tiene una estética determinada, y nuestro tono era muy importante. Y nosotros teníamos que hacer un programa aseado, estar a la altura. Disfruté haciéndolo, y ya eso me parece milagroso en un primer día. Ahora demostraremos que somos una alternativa.

"Cuando nació mi hijo mayor, Pilar Miró me regaló un babero de Gonzalo. Y ahora está ahí, conmigo, haciendo un programa de televisión"

P. ¿Qué les va a diferenciar de la competencia que les convierta en alternativa?

R. El enfoque. La diferencia son los límites. Yo no tengo límites en cuanto a objetivos, a asuntos, a entrevistados; también en ese sentido la ambición del programa es muy alta. Tenemos los límites claros sobre algo que en muchos ámbitos se ha relajado: nosotros no consentiremos que se transgredan intimidades, asuntos personales. Jamás. Hay una norma que no traspasaremos, y que en otros sitios marcan el hecho de que se pague o no se pague a los invitados. Si entras en el juego de pagar por una declaración, esa declaración ya estará forzada; a partir de esas declaraciones forzadas se montan muchas veces historias falsas, a las que nunca llegaremos. Eso ha pervertido la televisión; por fortuna no toda la televisión sufre el mal.

P. ¿Qué efecto tiene eso?

R. Eso se ha convertido en un problema a la hora de convocar a gente a la televisión; muchos ponen resistencias a ir a la televisión porque no quieren que se les manipule. Lo he comprobado preparando el programa. Muchos han dicho que sí porque me conocían, y porque sabían cuál es nuestro talante. Pero muchos se ponen en guardia: "¿La televisión? Mejor que no". Y yo les he explicado: no jugaremos con el corazón, tendremos gente conocida, habrá todo tipo de famosos, pero los que lo son por sus méritos.

P. ¿No cruzarán ningún límite?

R. Ninguno. Por eso está con nosotros Gonzalo Miró. Podría estar en cualquier sitio, ganando muchísimo dinero, y está aquí, para hacer esta clase de programa. Me he quedado muy asombrada de la cantidad de gente, de famosos por una cosa u otra, del cine, de la literatura, de las artes, de la televisión, que no tiene un lugar donde salir, porque no hay programas adecuados para ellos. Éste lo será. Aquí pueden estar Mario Vargas Llosa o Aitana Sánchez Gijón, o Penélope Cruz, que estará dentro de poco. ¿Y dónde iban a estar personas así en un magacín televisivo? ¿En cuál? Estarán en el nuestro. La televisión -cierta televisión- ha cruzado los límites, y hay que darle la vuelta a eso. Como entres en el otro circo se va a la perdición absoluta. Y por desgracia el circo está bien montado.

P. ¿Y esto no es un límite para competir, precisamente?

R. Puede que lo sea a medio plazo. Pero no lo es a la hora de consolidar el programa. No vamos a hacer un programa tibio, sino vibrante, un programa con emoción, bien construido, popular, comercial, que se entienda. Que venga a él gente que no se presta ya a ir a la televisión. Que la gente interesante tenga un espacio, su hueco. Desde Zapatero hasta Isabel Pantoja. Todos tienen cabida.

P. Autocrítica. ¿Dónde han fallado hoy?

R. Quizá en las entrevistas: las tenemos que ilustrar más.

P. ¿Y cómo funciona su tándem con Gonzalo Miró?

R. Lo conocía, de la radio. Es simpático, tiene referencias; vivió con su madre [Pilar Miró] experiencias muy provechosas, de modo que tiene para muchas cosas una conversación de adulto. Y tiene 25 años. Hoy hemos visto una décima parte de su potencial. Cuando me hablaron de Cuatro pensé enseguida en él; fíjate, hay un detalle curioso: cuando nació mi hijo mayor, Pilar Miró me regaló para él un babero de Gonzalo. Lo que es la vida. Y ahora está ahí, conmigo, haciendo un programa de televisión.

Concha García Campoy.
Concha García Campoy.

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