Timo japonés con una falsa boda imperial
Una pareja de japoneses han sido encarcelados por celebrar en 2003 una falsa boda imperial con el propósito de estafar a su centenar de invitados, la mayoría de los cuales creyeron realmente que asistían al enlace entre el príncipe Arisugawa, apellido de una rama de la realeza extinguida hace más de 90 años por falta de varones, y Harumi Sakamoto. En Japón, es tradición que en las bodas cada invitado aporte un sobre en cuyo interior debe haber un mínimo de 30.000 yenes en efectivo (201 euros) y en este caso los impostores estafaron así 2,94 millones de yenes (19.670 euros). "Fue un delito de mala fe en el que se sacó provecho hábilmente de la veneración a la familia imperial", declaró el magistrado Takaaki Oshima, que ha condenado al novio, Yasuyuki Kitano, de 44 años, y a Sakamoto, de 47, a dos años y dos meses de prisión. Sakamoto, que afirmó ante el juez que había creído que su novio era miembro de la familia imperial, vistió en esa ocasión un quimono de 12 capas, traje que sólo pueden llevar los miembros femeninos de la familia imperial en las ceremonias.
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