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Rusia bloquea sus conexiones con Georgia por la crisis de los espías

Putin advierte a Bush del peligro de fomentar "políticas destructivas" en el Cáucaso

Georgia entregó ayer a los cuatro militares rusos acusados de espionaje al ministro de Exteriores de Holanda y actual presidente de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), Karel de Gucht. El acto tuvo lugar ante la fiscalía general georgiana en Tbilisi. Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a su homólogo estadounidense, George Bush, del peligro que encierra el que otros países fomenten la "política destructiva" de Tbilisi.

Los militares fueron trasladados al aeropuerto de la capital georgiana, donde abordaron un avión del Ministerio de Emergencia ruso enviado especialmente para la ocasión.

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El Kremlin divulgó un comunicado en el que informa de que durante una conversación telefónica mantenida a iniciativa de Washington entre ambos presidentes, Putin "enfatizó que cualquier acción emprendida por terceros países que pueda ser interpretada por los dirigentes georgianos como un apoyo a sus políticas destructivas es inaceptable y peligrosa para la paz y la estabilidad regional". El mandatario ruso conversó con su homólogo estadounidense desde el avión en que viajaba hacia Kurgan, en Siberia occidental. Además de la crisis desatada en Georgia, trataron el problema del programa nuclear iraní.

Al entregar a los oficiales rusos al presidente de la OSCE, un fiscal georgiano les comunicó que se había decidido deportarlos y que se les prohíbe regresar al país en el futuro por haber participado en "actividades de espionaje".

De Gucht hizo un llamamiento al Kremlin con el fin de que éste siga el ejemplo georgiano y adopte medidas tendentes a aliviar la tensión entre ambos países. Pidió, además, que se celebrara una reunión "al más alto nivel" para solucionar la crisis. Según De Gucht, Tbilisi ha aceptado participar en semejante encuentro.

Rusia siguió ayer adoptando medidas contra Georgia, que hacen imposible cumplir la orden dada por Putin de reanudar la retirada de las tropas emplazadas en ese país, suspendida a raíz de la crisis. Moscú decidió cortar todas las comunicaciones con Georgia, ya sean por carretera, ferrocarril, aire o mar, así como también los servicios postales, lo que, de realizarse, no permitiría continuar la retirada de los soldados rusos.

La suspensión de las comunicaciones aéreas y por vía férrea debían entrar en vigor a partir de las cero horas de hoy, y no está claro si el Kremlin hará caso al presidente de la OSCE y anulará las instrucciones dadas ayer. Alexandr Neradko, jefe del Servicio de Aeronavegación de Rusia, declaró que la suspensión de las comunicaciones aéreas está relacionada con la creciente deuda de Georgia. La deuda acumulada desde 2001 es de más de tres millones de euros, dijo Neradko, quien no se refirió para nada a la crisis de los espías y negó que la decisión tomada tuviera motivaciones políticas. En condiciones normales, hoy debería haber cuatro vuelos a Tbilisi: tres desde Moscú y uno desde San Petersburgo. Correos y Ferrocarriles también adujeron violaciones de las normas y razones técnicas para explicar sus medidas, pero nadie duda de que éstas fueron tomadas en respuesta al arresto de los oficiales.

Además, el presidente de la Cámara baja rusa, Borís Grizlov, anunció que se está preparando un proyecto de ley que permitirá al Gobierno prohibir las transferencias de dinero y otras operaciones bancarias con ciertos países. Grizlov dijo que unos 300.000 emigrantes ilegales procedentes de Georgia trabajan anualmente en Rusia sin permiso oficial, no pagan impuestos y envían grandes remesas a su patria. El año pasado, ciudadanos georgianos sacaron unos 276 millones de euros de Rusia según datos oficiales, pero la suma real es más de tres veces mayor, aseguró Grizlov.

Policías georgianos escoltan a los espías rusos en su entrega a representantes de la OSCE ayer en Tbilisi.
Policías georgianos escoltan a los espías rusos en su entrega a representantes de la OSCE ayer en Tbilisi.REUTERS

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