Forlán frena a un Mallorca impreciso

El Mallorca arrancó como un cohete, enganchado a un Ibagaza eléctrico que contagió sus ganas de pelotear a quienes le rodeaban. Gregorio Manzano había hecho el planteamiento más ofensivo posible, dando entrada hasta a cinco jugadores con llegada desde el medio campo hacia arriba.

Y, desde el inicio, el Villarreal vivió con el susto en el cuerpo. Antes que los de Pellegrini despertaran, el Mallorca había dispuesto ya de tres ocasiones claras. Forlán les dio respuesta cabeceando en solitario un balón que salió desviado. Con los dos equipos mirando sin complejos de cara a las porterías, el partido era abierto y prometedor.

Los castellonenses aguardaron con paciencia y supieron aprovechar los espacios que dejaba atrás su rival, volcado en la elaboración de combinaciones rápidas. La vía de agua se produjo en la banda izquierda local, desde donde, en cuestión de cinco minutos, le cayeron a Forlán dos balones francos. El uruguayo fue letal: remató con el pie el primero, y con la cabeza el segundo, para cambiarle la cara al encuentro. El doble K.O. no pareció afectar al Mallorca, que siguió a lo suyo, acechando con peligro el área de Viera y manteniendo las líneas muy abiertas.

Con el paso de los minutos, y la acumulación de oportunidades marradas, los de Manzano fueron cediendo el dominio. El Villarreal ya no se inquietaba como al principio y, con la renta obtenida, adormiló el partido hasta el descanso.

Tras la reanudación, una espectacular volea del serbio Bosko Jankovic certificó que el Mallorca no había tirado aún la toalla. Recortadas las distancias, los baleares retomaron la iniciativa y continuaron apretando. La conexión Riquelme-Forlán centró entonces sus esfuerzos en buscar el contragolpe definitivo. En la recta final, Manzano trató de dar aire fresco al ataque del Mallorca con la entrada de Diego Tristán, que pudo sellar el empate en el descuento. Igual que Arango, que envió fuera un cabezazo en el último suspiro.

El partido acabó muriendo entre las imprecisiones de unos y otros. El Mallorca jugó bien, pero pagó sus fallos garrafales en defensa. Deberá tomar nota de la lección de eficacia que impartió un Villarreal que, pese a acabar como empezó, encerrado y entregado, salió vencedor de la isla. Los tres puntos ayudarán a borrar la sensación de urgencia que sobrevuela El Madrigal desde el comienzo de la temporada.