Capello llama tramposo a Fernando Torres

Fabio Capello, el entrenador del Madrid, se fue calentando con sus palabras según transcurría su conferencia de prensa. Tanto lo hizo, que acabó por acusar al capitán del Atlético, Fernando Torres, de prevaricar en la acción que acabó con Sergio Ramos expulsado. "Los tramposos no me gustan", dijo el técnico italiano; "hay que sancionarlos. Sergio no le hace nada. Éste se tira (...) y se lleva las manos a la cara para engañar al árbitro. El asistente debería haber ayudado y no lo hizo. No puedo valorar el partido porque si hubiéramos jugado con once durante todo el encuentro podríamos haber hecho cosas distintas. Lo que hicimos en media hora con diez me parece que lo hicimos bien".

"Lo que debería hacer Capello es ver las imágenes y hablar menos", replica el punta

Indignado ante las acusaciones del entrenador madridista, Torres le invitó a repasar la moviola: "Lo que debería hacer Capello es ver las imágenes por televisión y hablar menos". Un testigo parcial, como es el ex madridista Quique Wolf, opinó a favor de Torres tras ver la repetición de las dos tarjetas mostradas al defensa blanco en un monitor: "Lo que hizo Sergio son esas tonterías que se suelen hacer en un campo de juego. Fueron errores normales en el fútbol, pero fueron culpa suya. Primero toca el balón con la mano y está bien sancionado. Después le da un manotazo a Fernando Torres, y también tiene que ver la amarilla".

Mariano Pernía, por su parte, se maldijo con voz melancólica de la jugada del gol de Raúl: "Fue culpa mía". El lateral zurdo del Atlético sufrió la presencia extraña de Raúl en su banda. Capello consideró que un zurdo como Raúl sacaría de cacho a otro marcador zurdo, como Pernía, y le puso en la derecha a intentar diagonales. No consiguió pisar muchas veces el área de Leo Franco, pero cuando lo hizo con éxito, como recordó Pernía, fue gol: "La única pelota que tocó Raúl en el área fue adentro. Y fue culpa mía. Le perdí de vista porque se movió con inteligencia, se abrió mucho a la banda, y aprovechó el centro de Guti para entrar al remate ganándome la espalda. La jugada venía por el otro lado y nuestra defensa había basculado hacia la derecha. Lo que pasó, pasó porque por primera vez dejamos que Guti pensara cinco segundos".

Pernía ve el fútbol como un telar, o como un rodeo de ganado: "Guti es el que enlaza todo el juego del Madrid. Y nosotros teníamos que atar bien a Guti". La obsesión de los jugadores del Atlético no fue neutralizar a Raúl, sino impedir que Guti tocara la pelota y pensara al mismo tiempo. Como dijo el técnico rojiblanco, Javier Aguirre: "Puse a Mista y no a Agüero para que nos ayudara a ser numéricamente superiores en el centro del campo, porque teníamos que evitar que Guti manejara el juego".

Es curioso. El Real Madrid ha invertido unos doscientos millones de euros en jugadores en las tres últimas temporadas. Sin embargo, el futbolista que más preocupa a los rivales, como ayer demostró el Atlético casi hasta la obsesión, es Guti, un canterano que va camino de cumplir los 30 años y que suele ser mirado con desconfianza por parte de la grada. Ayer el público no quiso verle fuera del partido, y protestó la decisión de Capello cuando le sustituyó por Beckham. "Le dieron cinco patadas", explicó Capello; "estaba golpeado y cansado y era justo que saliera. Quitar a Guti no ha sido una renuncia. Además, he puesto a Ronaldo".

Si la obsesión de los rojiblancos fue frenar a Guti, la mayor preocupación de Capello consistió en justificar el mal partido de su equipo. El técnico del Madrid encontró dos excusas: primero dijo que la expulsión de Sergio Ramos había sido completamente injusta, una tarjeta roja que terminaba por explicar todo el devenir del partido. En segundo lugar, el entrenador italiano propuso una conjetura global de repercusiones mentales: "Todos los equipos que han jugado la Liga de Campeones han tenido problemas en esta jornada. Noto que se produce un cansancio psicológico".

Capello aprovechó la ocasión para reivindicar, de nuevo, a Raúl. "Hoy", dijo, "le puse por la derecha porque los zurdos desde allí pueden hacer más daño, mientras que Reyes en la otra banda puede centrar con más peligro. Raúl, para mí, está como siempre. Es un jugador importante, un luchador que ahora tiene olfato de gol. Ha recuperado el gol. Decían que después de diez años ya no tenía más fútbol. Pero puede seguir jugando muchos años más".

Casillas también defendió a Raúl: "Raúl ha hecho tres goles esta semana. El seleccionador es listo. No se le habrá pasado por alto".

Por otra parte, el agente de prensa de Ronaldo, David Espinar, aclaró ayer que el brasileño no señaló a la directiva cuando dijo, en una conferencia de prensa el sábado, que en el club le habían querido vender. Ronaldo declaró que los responsables deportivos del club no querían traspasarle pero que "estaba convencido" de que otros mandatarios madridistas sí pretendían su marcha.