"Las eléctricas españolas tienen un problema de tamaño"
Un español al frente de más de 30.000 abogados de todo el mundo. Fernando Pombo (Santander, 1941) acaba de ser elegido en Chicago presidente de la Asociación Internacional de la Abogacía (IBA, en sus siglas en inglés). Es presidente y cofundador de Gómez-Acebo & Pombo, despacho mercantil que tiene entre sus especialidades el sector energético, con 226 abogados y una facturación de 42,7 millones de euros en 2005. La entrevista se hizo antes de que Acciona y ACS revolucionaran el mercado con sus ofertas de compra del 10% de Endesa e Iberdrola.
P. ¿Qué temas preocupan a los abogados de empresa?
R. Muchísimos. El gobierno corporativo es una prioridad, como el medio ambiente y la seguridad jurídica de las inversiones en el extranjero.
"El proceso se va a alargar porque a pesar de los esfuerzos algunos mercados proteccionistas no van a cambiar"
P. ¿Por qué ha querido ser presidente de la IBA?
R. Porque me ha resultado utilísima en mi trayectoria y en la de mi firma. Además, en sus 60 años nunca ha tenido un presidente español. Ya era hora. Es un hecho histórico; un gran reconocimiento y un reto.
P. ¿Facilitará la internacionalización de los bufetes españoles?
R. La IBA es la mejor plataforma. Hay otro aspecto significativo: los asesores jurídicos de empresas de todo el mundo, grandes y pequeñas, tienen un comité especial que es un ámbito único en el que el abogado ve lo que los clientes buscan.
P. ¿Las necesidades son iguales para las empresas españolas que salen a otros mercados que para el resto?
R. Cada vez más. Las grandes empresas españolas invierten en mercados extranjeros y se están convirtiendo en multinacionales activas y de dimensión relevante; por tanto, compiten con las tradicionales y tienen claro que necesitan abogacías tan buenas o mejores que sus competidores.
P. ¿Recurren a españoles?
R. Masivamente. Se fían de su capacidad para asesorarles y, sobre todo, saben que les van a recomendar a los mejores expertos en cada país.
P. ¿Eso explica la peculiaridad del mercado español de la abogacía, dominado por grandes firmas nacionales?
R. No es una casualidad. Es el resultado de planteamientos muy claros de los líderes de esas firmas, pues sabíamos lo que queríamos cuando éramos más pequeños. El desarrollo de multinacionales españolas ha ayudado.
P. ¿Cómo explica que el mercado legal español crezca por tercer año consecutivo y al 14% el último ejercicio?
R. Tiene que ver mucho el dinamismo de las empresas y sus empresarios. Cuando fundé la firma en 1971, era un mercado reducido y que se movía poco, los temas tenían una relativa facilidad... En los últimos años nos hemos enfrentado a temas de gran envergadura y hemos respondido de primera.
P. ¿Cómo ve el mercado de la energía en plena batalla por Endesa?
R. España es un mercado muy atractivo y competitivo. Hay muy buenos campeones nacionales, como Gas Natural, Endesa, Iberdrola o Unión Fenosa...
P. Y pequeñitos.
R. Y muy admirados. Eso explica que habiendo invertido con éxito fuera, sobre todo en Iberoamérica, tengan un problema de tamaño que se resolvería si el sector se concentrase más en el ámbito nacional.
P. ¿No vulneraría la competencia?
R. Mientras algunos mercados se mantengan con ciertas protecciones y se midan dentro de la Unión Europea en el ámbito nacional son más difíciles las fusiones nacionales que, por ejemplo, lo fueron en Alemania, donde han tenido lugar y ¡vaya compañías que tienen! Pasa lo mismo en Francia, el Reino Unido, Italia...
P. ¿El problema es que España llega tarde a ese proceso?
R. Un poquito, pero como tantas cosas en la economía, el país avanza a tal velocidad que se está recuperando deprisa. Vamos a tener pronto orientaciones de quien corresponde para que reforcemos la estructura de compañías que, incluso siendo pequeñas, han demostrado ser muy buenas.
P. ¿Qué plazo al proceso de consolidación europea?
R. Creo que se va a alargar porque, a pesar de los esfuerzos de la Comisión Europea, hay que pensar que algunos mercados fundamentales, como Alemania y Francia, no van a modificar su situación de relativa protección a gran velocidad.
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