Los Gobiernos central y vasco polemizan por la actuación de los encapuchados

Los gobiernos central y vasco se enzarzaron ayer en una polémica por la participación de tres encapuchados de ETA, dos de ellos armados, el pasado sábado en la celebración del Gudari Eguna (Día del Soldado Vasco) en las campas de Aritxulegi, en Oiartzun (Guipúzcoa).El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, endosó al Ejecutivo autónomo la responsabilidad de que tres encapuchados leyesen en el monte un breve comunicado de ETA en el que la organización sostiene que continuará la lucha "con las armas en la mano hasta conseguir para Euskal Herria la independencia y el socialismo". El titular de Justicia se preguntó cómo fue posible tal "espectáculo grotesco, anacrónico e inaceptable" y recalcó que está "en el ámbito de las competencias de Interior, que corresponden enteramente al Gobierno Vasco. Por lo tanto, es éste el que tiene que dar las explicaciones".

El titular de Interior del Gobierno autónomo, Javier Balza, quien se ha mantenido estos seis meses de alto el fuego de ETA en un discreto segundo plano, no tardó mucho en responder al ministro, haciendo gala de un indisimulado enfado ante lo que considera una forma de "escurrir el bulto" por parte del Gobierno central ante lo ocurrido en las campas de Aritxulegi.

"Escurrir el bulto"

El consejero subrayó en declaraciones a una emisora de radio tras conocer lo dicho por López Aguilar: "Es responsabilidad de todos, nuestra por supuesto, pero también del Estado y de las Fuerzas de Seguridad del Estado Y en estos procesos y situaciones no se puede escurrir el bulto cuando hay un problema y decir que es problema de otro".

Su enfado fue tal que Balza llegó a cuestionar incluso la lealtad con que han trabajado ambas administraciones en materia antiterrorista y en estos seis meses de alto el fuego. "Llevamos muchos meses de una política de absoluta lealtad en esta materia hacia el Gobierno de Zapatero. Si el Gobierno de Zapatero cambia ahora las claves de esta relación por boca del señor Aguilar pues tendremos que cambiarlas todos", apuntó, en velada alusión a una hipotética ruptura de relaciones y del clima de lealtad y discreción que ha presidido la relación estos meses. Por todo ello, Balza exigió a López Aguilar una rectificación.

El consejero, además, interpretó que el proceso atraviesa una "fase de problemas" porque ETA pretende "cambiar las bases sobre las que se sustentaba la Declaración de Anoeta, que parte de una diferenciación absoluta entre lo que es violencia y lo que es normalización política".

[Desconocidos cortaron ayer la circulación del metro de Bilbao al colocar un neumático ardiendo en la vía a las 7.55. La Ertzaintza retiró la barricada. El servicio se reestableció a las 8.28].