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Un líder budista apela al diálogo entre religiones para lograr la paz

Pedreguer acoge el mayor centro de Europa de enseñanzas tibetanas

El lugar está diseñado para disfrute de la paz y de la felicidad según las enseñanzas de Buda. El centro budista tibetano más grande de Europa, que se inauguró ayer oficialmente en Pedreguer (Marina Alta), está abierto a todas las personas que quieran aproximarse a esta religión o sencillamente meditar y reflexionar. Su santidad el Lama Sakya Trizin abogó por el diálogo entre las diferentes religiones para traer "armonía al mundo".

Unas trompetas rituales, que emiten un sonido similar al de la xirimita, y aromas de incienso y de hierbas aromáticas que ardían recibieron ayer al mediodía a su Santidad Sakya Trizin, máximo representante de una de las cuatro escuelas del budismo tibetano, la escuela Sakya, denominada así por su monasterio de origen, y que fue fundada por Konchok Gyalpo en el siglo XI.

En el corazón de la zona residencial de La Sella, en el término de Pedreguer pero de camino hacia Dénia, con unas magníficas vistas al mar Mediterráneo, se ha construido este templo de grandes dimensiones que dispone de la gompa, o sala de meditación, más grande de Europa de unos mil metros. También disponen de 32 habitaciones para los huéspedes, además de biblioteca, comedor y menú. Durante estos primeros días entre 150 y 200 personas acudieron a las actividades programadas de iniciación y meditación.

El centro se inauguró ayer con una lluvia de arroz, previa a una ceremonia austera en la que realizaron a Sakya diversas ofrendas llamadas mandala, que simboliza a todo el universo. Acto seguido su santidad Sakya Trizin, 41 sostenedor del linaje Sakya tibetano, segunda autoridad detrás del Dalai Lama, ofreció algunas reflexiones. "Entender las diversas religiones traería más beneficios y armonía al mundo" dijo el líder espiritual que agregó más tarde: "El objetivo sería que todas las religiones del mundo se juntaran y aunaran esfuerzos para solucionar los problemas". Sakya remarcó cómo las enseñanzas de Buda son "amplias y profundas como el Océano" por eso se pueden aplicar a diversos niveles, tampoco quiso convencer, a las 300 personas, entre ellos muchos europeos, que estaban sentadas en el suelo del templo, de que se convirtieran a esta religión de inmediato, sino "debemos facilitarles las enseñanzas para ser mejores en su vida".

La meditación budista persigue "retar a las cualidades internas negativas" del ser humano y poner en valor las positivas, como la compasión, la tolerancia, el amor o el perdón. Durante su parlamento utilizó varias metáforas, así por ejemplo dijo que al igual que no existe una medicina efectiva para curar todas las enfermedades, tampoco hay una religión que sea buena para todo.

El director espiritual del centro, Lama Leskhey, recordó cómo en 1996 cinco lugareños soñaron con construir un centro de meditación, un lugar "con la esperanza y la idea de disfrutar de la paz y de la felicidad". Rafael Mira constituyó la Fundación Sakya que a base de donaciones ha podido levantar el centro. El alcalde de Pedreguer, Vicent Costa, les auguró "éxito" y fue agasajado con una kata, un pañuelo blanco, como bienvenida. Un grupo de personas se encargará de gestionar el centro en el que, de momento, sólo hay un monje, según dijo Nun, un joven chileno, que trabaja allí atendiendo a las personas que quieran pasar unos días de reflexión. "Puede venir quien quiera, sólo debe cumplir tres normas: no fumar, no beber y no practicar sexo", advirtió.

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