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El Gobierno paraliza el tramo central de la línea 9 a la espera de estudios geológicos

Los informes sobre el terreno, licitados en 2,8 millones, no estarán antes de seis meses

La empresa pública GISA ha sacado a concurso 31 estudios geológicos sobre el tramo de la línea 9 que va de Sagrera a Zona Universitària. Hasta que se disponga de ellos, no antes de seis meses, las obras no empezarán. El Gobierno catalán se plantea, incluso, frenar alguno de los pozos ya iniciados para construir estaciones. El objetivo de los informes encargados es disponer de un conocimiento preciso del terreno que perforar. No se teme tanto un problema en superficie similar al hundimiento del Carmel como un cambio en el subsuelo que dejara encallada una tuneladora.

La línea 9 fue licitada y adjudicada con grandes prisas en la última fase del Gobierno de CiU. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, ha comentado repetidamente que aquellas prisas no llevaban a nada bueno. De momento, el coste se ha disparado y amenaza con superar los 4.000 millones, pero hay un problema que, en opinión del Ejecutivo es mayor: no hay un conocimiento exhaustivo del subsuelo. Para tenerlo, se ha licitado la realización de 31 nuevas catas, todas ellas a una profundidad de no menos de 60 metros, que permitan luego acometer las obras sin sobresaltos.

"No tememos que se produzca un hundimiento, eso se diría que está descartado porque este tramo se construye a notable profundidad y no debería afectar a la superficie. Lo que nos preocupa es que se produzca un cambio de tipología y la tuneladora quede atrapada y sin poder seguir", explicó el secretario de Movilidad, Manel Nadal.

Todo indica que el subsuelo entre Zona Universitària y Lesseps es de granito y que allí una tuneladora puede hacer un buen trabajo. Pero es preferible saberlo con exactitud porque una máquina encallada sería un problema serio.

Le pasó a la de Santa Coloma, con la variante de que ocurrió bajo un descampado y se pudo excavar un pozo para actuar sobre ella, una medida muy poco probable en una zona de alta densidad demográfica como la que cruza el tramo central de la línea 9 del metro.

En este tramo, que va de Sagrera a Zona Universitària, se trabaja ahora en cuatro estaciones. En ningún caso se ha iniciado la perforación del túnel ni se empezará antes de disponer de los estudios geológicos encargados por GISA. Estas estaciones son las de Maragall, Guinardó, Sanllehí y Lesseps.

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En casi todos los casos se trata de obras que coinciden con actuaciones de otras administraciones, de modo que se trabaja en ellas para reducir al máximo el impacto sobre la ciudad. Es, claramente, el caso de Lesseps, que incluye la reforma de la plaza y la conexión con la línea 3 del metro. También el de Sanllehí, que necesitaba actuar sobre instalaciones ya existentes. En la estación de Maragall, el Gobierno se plantea parar de momento, pese a que el pozo ya está excavado.

Los estudios geológicos servirán también para decidir si el trazado aprobado tiene que ser el definitivo. Cabe que se acometan algunas modificaciones. Al menos dos están ya siendo analizadas a conciencia. Una, la estación de Sarrià, que se halla bajo una zona densamente poblada. La otra es la estación de Montanya, situada entre las de Lesseps y Sanllehí.

Millones por convenio

El Departamento de Política Territorial y el Ministerio de Fomento han alcanzado un acuerdo para financiar una serie de obras ferroviarias entre las que hay algunas en marcha, otras acabadas y otras en proyecto, según explicó ayer el consejero Joaquim Nadal en una conferencia de prensa al mismo tiempo que la ministra Magdalena Álvarez lo hacía en el Congreso.

El convenio incluye aportaciones de ambas administraciones que suman unos 15.000 millones de euros destinados a financiar obras de la línea de alta velocidad (incluidas las ya hechas), obras del tren convencional (algunos trenes ya circulan por la red de Cercanías) y el obras diversas del metro y de Ferrocarrils de la Generalitat. La mejora de Cercanías asciende a 1.444 millones, dijo Nadal, mientras que el importe de obras no terminadas del AVE suma 2.670 millones. El material móvil de Cercanías asciende a 250 millones, en función de una partida defendida tanto por el PSC como por ICV.

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