Detenido el presunto asesino de la niña degollada en Ceuta

La policía nacional detuvo en la madrugada de ayer a Kassen E. Yassim, el ex novio de la madre de la pequeña S. D. A., la niña de ocho años que fue degollada el sábado en su casa de la barriada Príncipe Alfonso de Ceuta. El arresto se produjo después de que un amigo le llamara y le engañara diciéndole que la pequeña seguía con vida aunque estaba en la UCI del hospital, y que lo mejor era que se entregara a las autoridades.

Tal y como sospechaban policía y vecinos, el presunto homicida se había refugiado en la localidad marroquí de Castillejos, a tres kilómetros de la frontera. La policía española le esperaba a medianoche al otro lado de la frontera del Tarajal, pero también un centenar de vecinos de la barriada en la que se produjo el crimen, muy próxima a Marruecos.

Y es que la noticia del arresto corrió como la pólvora. Familiares, vecinos y amigos de la familia de la víctima, Sukhaina Abdeselam, querían lincharle y tomarse la justicia por su mano, al ocupar posiciones en las inmediaciones de la frontera ceutí, lo que provocó el despliegue de un dispositivo policial integrado por 40 agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local. Las fuerzas del orden tuvieron que emplear material antidisturbio para disolver a las personas que se habían concentrado para impedir el traslado a dependencias policiales del detenido.

Los violentos enfrentamientos continuaron durante varias horas con el apedreamiento de las instalaciones fronterizas y de los vehículos policiales, la colocación de barricadas y la quema de contenedores. Las inmediaciones de la frontera con Marruecos se convirtieron en un improvisado campo de batalla, con marquesinas y paradas de autobuses destrozadas, contenedores incendiados y farolas rotas. Esta situación provocó incluso el cierre temporal del puesto fronterizo y se cortaron todos los accesos a la barriada de Príncipe Alfonso.

Hubo numerosos daños materiales en los enfrentamientos entre vecinos y agentes, que tuvieron que realizar disparos al aire para impedir el linchamiento. La situación no se normalizó hasta las 4.30 horas de la madrugada. Según explicó ayer la Delegación del Gobierno, no ha habido detenciones ni heridos a pesar de que hubo reiterados apedreamientos contra los agentes.

Pasadas las dos de la madrugada, un coche camuflado trasladó a Kassen E. Yassin hasta la Jefatura de la Policía Nacional, donde un cordón de seguridad impedía ayer el normal tránsito por la zona en previsiones de que se volvieran a reproducir los incidentes.

Está previsto que el titular del Juzgado de Instrucción número 4, Andrés Carreño, tome declaración hoy al presunto asesino.

Los alumnos del colegio público Mare Nostrum, donde la niña estudiaba 2º de Primaria, le rindieron un homenaje en el que participó la comunidad educativa y también algunos familiares de la pequeña, entre ellos, su única hermana, Fátima Abdeselam, que entre lágrimas, pidió justicia y se alegró de la detención del presunto homicida. Sus compañeros de 2ºB plantaron un árbol en el patio de recreo del centro, leyeron poesías y guardaron un minuto de silencio en su recuerdo.

Horas después, el cementerio de Sidi Embarek acogía una multitudinaria manifestación de duelo durante el entierro de la chiquilla, que fue finalmente autorizado por el forense después de practicarle la autopsia. Las autoridades han tenido además dificultades para dar asistencia letrada de oficio al detenido y hubo que llamar al menos a cinco abogados del turno de guardia hasta que uno de ellos accedió.

Según han explicado fuentes policiales, en su primera declaración ante los agentes, Kassen admitió haber degollado a la pequeña, aunque fue incapaz de explicar por qué lo hizo.