20 muertos en dos ataques en Afganistán

Veinte personas, de ellas un soldado italiano y un niño, murieron ayer en dos atentados en Afganistán, un país sumido en una escalada de violencia prácticamente diaria. Los dos ataques ocurrieron en la víspera del décimo aniversario de la toma de Kabul por los ultraintegristas talibanes que gobernaron el país con mano de hierro hasta su derrota por Estados Unidos, a finales de 2001. El atentado más sangriento fue en Lashkar Ga, capital de la conflictiva provincia de Helmand (sur del país), donde un suicida mató a 18 personas, en su mayoría peregrinos.

El suicida hizo estallar los explosivos adheridos a su cuerpo en medio de una fila de peregrinos, congregados ante la casa del gobernador provincial con el fin de registrarse para emprender el gran peregrinaje o Haj a la ciudad sagrada de La Meca, en Arabia Saudí. El portavoz del gobernador de Helmand, Haji Mohiudin Jan, dijo que también murieron en el ataque seis policías, además del suicida. Una decena de personas resultaron heridas.

Helmand es una de las seis provincias del sur de Afganistán de cuya seguridad se encarga desde finales de julio la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN. Un efectivo italiano de esta fuerza multinacional, que cuenta con la participación de 37 países, murió en otro ataque registrado al sur de Kabul, en el que también murió un niño. El ataque tuvo lugar a unos 10 kilómetros de Kabul y fue dirigido contra el vehículo final de un convoy de la ISAF.

Según un portavoz de la fuerza multinacional, un soldado suyo falleció en el acto junto a un niño, mientras otros cinco militares de la ISAF resultaron heridos. El Ministerio afgano de Interior afirmó que otros cinco civiles locales también habían sufrido heridas a causa de la potente explosión. Equipos de reacción rápida de la ISAF y de la policía de Kabul se trasladaron al lugar de los hechos para controlar la situación. El ministro italiano de Defensa, Arturo Parisi, confirmó la muerte del cabo primero Giorgio Langella, de 31 años, miembro del segundo regimiento alpino de Cuneo.

A casi cinco años de la caída de los talibanes, la situación de la seguridad en este país centroasiático es la mayor preocupación. La oleada de violencia de los últimos ocho meses ha acabado con la vida de unas 2.000 personas, incluidos un centenar de soldados de la ISAF y de EE UU.