"Si Saiz es culpable, debe quedar fuera del ciclismo para siempre"

Seguramente a Pat McQuaid (Dublín, 1949), un fornido y rubicundo irlandés, le habría gustado más estos días gozar del relax y la emoción de la Copa Ryder, que se celebra por primera vez en su país, pero como presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha debido sufrir en Salzburgo una dura semana de tensiones, reuniones y preocupaciones previas al Mundial de ayer. El ciclismo, deporte que practica desde niño, vive la mayor crisis de su historia. Se desangra víctima de los escándalos del dopaje.

Pregunta. En España, desde el punto de vista de la justicia deportiva, la Operación Puerto parece una laguna estancada. ¿La UCI puede acelerar los procedimientos sancionadores?

Respuesta. He pedido a todas las federaciones con ciclistas implicados, y no sólo a la española, que procedan a abrir expedientes a todos los corredores citados por la Guardia Civil, pero que no los cierren, porque seguramente a raíz de la investigación judicial nos va a llegar más información, no sabemos cuál. Así que aún no se puede sancionar. Y creo que no se podrá sancionar en cuatro o cinco meses por lo menos.

"Oficialmente no me han dicho nada, pero no me creo que el montaje de Eufemiano fuera sólo para ciclistas. Tiene que haber más deportes"

"Los implicados en la Operación Puerto habían pasado controles. Y eso es lo que me preocupa, lo que más me asusta, que lo burlen todo"

"El código ético se modificará para endurecerlo. Para que haya un cambio de mentalidad hay que esperar a una nueva generación de corredores"

P. Pero eso supone dejar en el limbo a decenas de corredores de equipos ProTour, que no estando sancionados tampoco pueden correr...

R. No es una situación fácil, en efecto, no es para estar contentos. Por otra parte, si fichan por equipos que no sean del ProTour, que tienen otras reglas, sí que podrían correr.

P. Pero esto, ¿no es confuso para todos?

R. En efecto, se ve que hay corredores que podrían correr y no corren, mientras otros corren y no deberían poder hacerlo. Pero esto es la decisión de los equipos ProTour, no dejar correr a los ciclistas implicados.

P. Algunos equipos están en contra del código ético, inspirado por Manolo Saiz, uno de los principales implicados en la Operación Puerto. Al mismo tiempo, los sindicatos de corredores están recogiendo firmas para pedir su anulación, lo consideran una regla de esclavitud. ¿Se modificará el código ético?

R. Se modificará para endurecerlo, en todo caso. Después de todo lo que ha pasado en España, los corredores no dan una buena imagen del ciclismo cuando dicen que no quieren aceptar el código ético. Tener que hacer un código de conducta no fue una decisión fácil, pero nos vimos obligados por culpa de tantos casos de dopaje como se dieron.

P. ¿Qué pasa con el Astana? Una sociedad de Saiz, Active Bay, conserva una licencia ProTour patrocinada por Kazajistán. Al tiempo, los kazajos montan otro equipo tras un acuerdo con una firma suiza...

R. Lo mejor sería que Astana se quedara con la licencia de Active Bay, pero no ha habido acuerdo entre ellos, así que si quieren licencia, tendrán que solicitarla.

P. ¿No sería más sencillo retirar la licencia a Saiz?

R. Aún no se ha terminado la investigación y no tenemos todos los elementos necesarios para decidir. Habrá que esperar cuatro o cinco meses para saber todo lo de la Operación Puerto.

P. Pero algunos estamentos, como los equipos, a la luz de las pruebas de que se disponen, hablan de dopaje organizado en el seno del equipo de Saiz...

R. Hay mucha confusión en todo lo que se ha dicho hasta ahora. Mis abogados están estudiando ahora todos los hechos para ver si hay pruebas de todo lo que se ha dicho y escrito.

P. En España, muchos piensan que la indecisión de la UCI proviene de que Saiz trabajó para usted, para su candidatura, en las elecciones de Madrid...

R. No es para nada la verdad aunque lo digan algunos. Si hay pruebas, voy a ser muy duro con todo lo relacionado con el dopaje. Y si Saiz es culpable de lo que se dice, tendrá que quedarse fuera del ciclismo para siempre. No puedo tolerar que nadie, sobre todo dirigentes, que haya participado en asuntos de dopaje siga ligado a este deporte. No es verdad en absoluto que haya una protección hacia él, pero sí que hay que tener más información.

P. En el Consejo Superior de Deportes han causado malestar sus declaraciones diciendo que en la Operación Puerto hay implicados otros deportistas a parte de ciclistas, pero que alguien los protege...

R. Yo nunca dije eso, aunque apareciera escrito en periódicos españoles. Sólo me referí a las confesiones de Eufemiano. Yo sólo comenté al periodista que el ministro me había dicho que había sólo un porcentaje de ciclistas. Y sólo he sabido de estas declaraciones esta semana. Oficialmente no me han dicho nada, pero personalmente, no puedo creer que todo el montaje de Fuentes, su red, sólo fuera operativo para ciclistas. Tiene que haber más deportes. El propio Fuentes lo ha declarado en la radio.

P. Una de las paradojas de la lucha antidopaje es que cuanto más se busca más se encuentra, más escándalos se crean y más sufre su deporte...

R. Pero de todas formas hay que seguir. No se puede hacer otra cosa. Y, por ejemplo, el positivo de Landis, uno de los corredores a los que decidimos vigilar, es la prueba de que lo que hacemos funciona. El sistema funciona, lo que debe llevar a los corredores a mentalizarse de que no van a poder seguir engañando al sistema.

P. Visto todo esto, ¿hay razones para ser optimistas sobre el futuro del ciclismo?

R. Hay que esperar a una nueva generación de corredores para que se produzca un cambio de mentalidad.

P. ¿Qué pensó cuando empezó a leer los documentos de la Operación Puerto?

R. Los papeles confirmaron mis temores. Me sentí un poco triste y decepcionado. Y preocupado. Los corredores implicados se sometieron a controles antes y durante la competición, y no dieron positivo. Y eso es lo que más me preocupa, lo que me asusta, que burlen todo. Y eso es más peligroso que el asunto de Landis, que fue un dopaje ocasional. Duró siete u ocho días en los periódicos, aunque fuera en todo el mundo.

P. ¿Y cuando supo de la implicación de su amigo Saiz?

R. No lo podía creer. No podía pensar que estaba implicado. Me quedé en estado de shock. No me lo podía creer, pero no quiero condenarlo antes de tener todas las pruebas.

P. ¿Ha hablado con él últimamente?

R. No, nada.