El Tau no tiene quien lo frene
El equipo de Vitoria se hace de nuevo con el título al superar en el último cuarto al Unicaja
El Tau Vitoria ha comenzado la temporada igual que el año pasado, ganando la Supercopa, la primera competición oficial del ejercicio que enfrenta a los cuatro mejores equipos del anterior. El partido fue muy digno de los dos equipos que se reparten los últimos seis títulos de las competiciones nacionales y que brindaron un último cuarto extraordinario. El título se resolvió en el carrusel de tiros libres finales, dato indicativo de la extremada igualdad que en todo momento lució el marcador.
Casi siempre el Tau dio la sensación de una puesta a punto más afinada. En la semifinal propinó una soberana paliza al Barcelona, y en la primera parte del encuentro de ayer evidenció más recursos baloncestísticos que el Unicaja. El equipo de Málaga ha cambiado a cuatro jugadores, y aún no dispone de su pívot, y a estas alturas es evidente cierta falta de engranaje.
UNICAJA 78 - TAU 83
Unicaja: Pepe Sánchez (5), Berni Rodríguez (18), Welsch (13), Jiménez (14), De Miguel -quinteto inicial-; Lorbek (10), Cabezas, Vasileiadis (8), Pietrus (10).
Tau: Planinic (3), Rakocevic (15), House (16), Fajardo (2), Splitter (19) -quinteto inicial-; Peker (2), Teletovic (5), Priggioni (14), Vidal (7).
Árbitros: Arteaga, Martín Bertrán y Pérez Pizarro. Eliminado: Teletovic.
Partido final de la Supercopa ACB. 9.532 espectadores en el Palacio de los Deportes Martín Carpena de Málaga.
1º CUARTO: 18-21
2º CUARTO: 21-18
3º CUARTO: 18-19
4º CUARTO: 21-25
También el Tau jugó algo mermado sin Erdogan y Scola, lesionados. Pero apenas los echó en falta. Casi siempre dominó el ritmo del partido, pero no pudo disponer de amplias ventajas porque se topó con una encomiable defensa del Unicaja. En eso no ha variado el campeón de Liga, y ayer nuevamente evidenció su carácter irredento.
Aún es pronto para juzgar el juego de ambos equipos, pero en la Supercopa han dado algunas pistas. Ambos se programan con muchas rotaciones y defensas presionantes, dispuestos a mantenerse como lo que yan son, dos equipos muy duros de pelar.
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