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EU dice que las balizas instaladas ahora en el metro habrían evitado el accidente de julio

El portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa en las Cortes Valencianas, Joan Ribó, aseguró ayer que el accidente del 3 de julio en la línea 1 del metro de Valencia, en el que fallecieron 43 personas, "se podría haber evitado con las balizas para el frenado automático que se pusieron ayer [por el jueves] en servicio". Ribó se refirió así a la puesta en servicio, el pasado jueves por parte de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) de la ampliación del sistema de Frenado Automático Puntual (FAP) en la línea 1 de Metrovalencia, concretamente con la instalación de 14 nuevas balizas de frenado en el túnel entre las estaciones de Empalme y Hospital.

EU-L'Entesa criticó que esa medida no se pusiera antes en marcha, cuando "ya se había hecho en otros metropolitanos para evitar accidentes similares" y su portavoz retó al Consell a "continuar diciendo que el siniestro era inevitable" porque se trata de una teoría que "ahora se sostiene menos que nunca". Para Ribó, el accidente del metro de Valencia se podría haber evitado "si los gestores de FGV y de la Consejería de Infraestructuras hubieran sido previsores y hubieran tenido una cultura mínima de seguridad". Según el portavoz de EU-L'Entesa, la instalación de las nuevas balizas ha tenido un coste "de unos 300.000 euros, menos de lo que Metrovalencia se gastó para hacer un aparcamiento de autobuses para la visita del Papa y que no se utilizó". Para Ribó, "es una muestra de la absoluta falta de criterio y de oportunidad en la gestión de los recursos públicos ya que la Administración está más preocupada por los grandes acontecimientos que en la seguridad y en la vida de las personas".

La comisión de investigación sobre el accidente del metro de Valencia que a principios de agosto trató de aclarar las causas del siniestro del 3 de julio -el más grave accidente de metro en España y el cuarto en el mundo-, la más corta de la historia de las Cortes Valencianas, con apenas cinco días de duración, se saldó con unas conclusiones, impuestas por el PP gracias a su mayoría absoluta en la Cámara, que reducían todo a una cuestión de "mala suerte". El PP zanjó la supuesta investigación sin admitir el más mínimo error o fallo, sin reconocer ninguna responsabilidad política y acusando a los grupos de la oposición de tratar de imponer sus "ideas preconcebidas" sobre las causas del accidente.

Todo ello después de imponer un calendario imposible, sin tiempo para estudiar la documentación y con apenas 24 horas para elaborar el dictamen de conclusiones, y después de vetar que comparecieran técnicos y expertos independientes propuestos por la oposición y que llegaran a la comisión documentos internos de FGV. El PP no modificó ni un ápice su "verdad oficial" sobre el accidente: este no era ni previsible ni evitable, su única causa fue el exceso de velocidad del tren y el único culpable, el maquinista, que falleció en el túnel de la línea 1, que es segura.

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