Demasiados coches en el Día sin Coches

¿Con el reparto de 200.000 bonos de transporte gratuito y el cierre de la plaza del Ayuntamiento y de los centros históricos de Patraix, Benimaclet y Campanar se puede convencer a los valencianos, acostumbrados a las comodidades del vehículo privado, para que dejen el coche en el garaje? Las cifras hablan por sí solas. El Día Europeo sin Coches se saldó con unos resultados poco esperanzadores. Los desplazamientos de vehículos que ayer se registraron en los accesos a la ciudad disminuyeron un 6% y el uso del transporte público aumentó en un tímido 10%. Concretamente y en comparación con el pasado día 15, en la avenida de las Cortes Valencianas transitaron un 8,2% menos de coches, en la Autopista del Saler la disminución fue de 2,2% y en la avenida del Cid de 4,1%. En relación con la convocatoria de la edición anterior, las cifras también reflejaron una reducción comprendida entre el 0,5% y el 9,9%. Además, de los citados 200.000 billetes distribuidos por toda la ciudad sólo se utilizaron alrededor de 67.560.

"La mitad de los ciudadanos no sabían qué era el Día Sin Coches y aún menos que repartían billetes de forma gratuita", afirmó la concejal de EU-L'Entesa, María Victoria González, para quien se debería haber confeccionado una guía informativa sobre las iniciativas y los objetivos de esta jornada. La edil señaló que hubiera sido más efectivo utilizar la fórmula de puertas abiertas: "Y que todos los viajeros, con o sin bono, pudieran subirse al autobús gratuitamente". El concejal socialista, Matías Alonso, quien coincidió plenamente con los argumentos de González, afirmó no entender por qué no había nadie en las paradas del metro y del autobús que explicara a los usuarios el significado y los propósitos de la celebración de este día sin automóvil.

"Si para la oposición el éxito del Día sin Coches es abrir las puertas de los autobuses hasta las 20.00 horas para que la gente se ahorre el importe del billete y al día siguiente todo siga igual, creo que su planteamiento es totalmente erróneo", replicó el concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo. Para el edil popular, el "éxito" de esta jornada es conseguir que los ciudadanos sean conscientes de que hay medios de transporte alternativos al vehículo privado y que éste no es siempre imprescindible para moverse por la ciudad. "Se están haciendo muchísimas inversiones para que los transportes públicos constituyan una verdadera opción", dijo Novo.

Actualmente, en Valencia los viajes realizados en transporte colectivo sólo suponen un 24,4% del total, siendo el restante 75,6% relativo a los desplazamientos efectuados en vehículo privado, según los datos del estudio 2006 del Observatorio de la Movilidad Metropolitana, dependiente de los ministerios de Fomento y Medio Ambiente. En el informe también se señala que en la capital del Turia los autobuses realizan 19,8 kilómetros de viaje al año por cada habitante, mientras que en ciudades más pequeñas como Bilbao esta cifra es de 28,6 kilómetros.

En cuanto a los cortes que se practicaron en los centros históricos de tres barrios de la ciudad, Alonso opinó que "se trata de una medida inútil porque estas zonas ya son mayoritariamente peatonales y las restricciones no cambia nada". Para el concejal, sin embargo, la restricción a la circulación en la plaza del Ayuntamiento no hizo sino provocar atascos y molestias a los conductores.

Durante la cita de ayer, convocada bajo el lema del Cambio climático, el Gobierno autónomo anunció que la totalidad de los vehículos que conforman la flota de la Generalitat funcionarán con biocombustible a partir de 2010.

El Día sin Coches se cerró con las reivindicaciones de dos colectivos. Por una parte, cinco asociaciones vecinales del distrito de Ciutat Vella convocaron una marcha en la plaza de Manises donde, ante el Palau de la Generalitat, instaron al presidente de la Generalitat a salir al balcón para dar soluciones a la falta de plazas de aparcamiento y a la presión del tráfico rodado en el centro histórico. Alrededor de 300 personas acudieron a la manifestación y protagonizaron una pitada que concluyó en la plaza del Tossal. A pocos metros del lugar, en la plaza de la Virgen decenas de ciclistas se preparaban para iniciar la "bicifestación", un recorrido en bici para exigir un carril que conecte los barrios del sur con el centro y denunciar que debajo de la única vía que atraviesa los barrios meridionales se ubica un cableado de 200.000 voltios.