Abucheos para el 'pichichi'
Camino del Bernabéu, a Cruyff le preguntaron cómo se las iba a arreglar para defenderse de Hugo Sánchez. "Lo ves, no tenéis ni idea", respondió El Flaco; "a mí me preocupa Míchel; si no centran, ¿qué rematará Hugo Sánchez?". Aunque al día siguiente el Barça perdió el gran clásico, el ascendente de Cruyff entre los técnicos que hoy manejan al equipo azulgrana (Rijkaard, Eusebio, Neeskens y Unzué) es muy grande. Así que cuando se les demandó por la manera de combatir los 2,02 metros de Zigic coincidieron en la solución: "Hay que procurar que no entre en juego. La clave es estar atentos sobre todo a las jugadas laterales y los saques de esquina y procurar no conceder jugadas a balón parado. Zigic, en cualquier caso, es mejor con los pies que con la cabeza". Un diagnóstico en el que coincidió el seleccionador de Serbia, Javier Clemente: "Es un futbolista rápido porque tiene una gran zancada. Maneja las dos piernas y es muy técnico".
Zigic dominó el partido desde que la pelota se puso en juego y el Racing remató por dos veces al palo. El dominio cántabro, sin embargo, resultó estéril porque Toño se tragó el primer remate de Eto'o. El delantero camerunés aspira este año a ganar el Balón de Oro y no para de contar goles. Fue decisivo para el remonte de Vigo, monopolizó el encuentro ante Osasuna y volvió a desequilibrar ayer el encuentro de Santander pese al enfado de un grupo de aficionados que, al igual que ocurrió el curso pasado, le abucheó e insultó con algunos gritos simiescos.
Aunque Rijkaard rota a la plantilla desde el inicio de la temporada -ayer ni siquiera viajaron Motta, Thuram y Belletti- Eto'o y Valdés eran los únicos azulgrana que habían disputado todos los minutos desde el inicio de la Liga. No sorprendió en este sentido que Eto'o dedicara su gol a Rijkaard, que le mantuvo en la cancha hasta que no le quedó más remedio que sustituirle. El partido se fue calentado con el tiempo, siempre con Eto'o en la mayoría de los fregados, y el técnico azulgrana optó por darle descanso después de haberle advertido de que se calmara. Disgustado por el trato de la hinchada, el camerunés se fue al banquillo abucheado. El partido se calmó y entonces apareció la flema de Giuly y Gudjohsnsen para firmar la victoria azulgrana en un campo que no se le da nada bien.
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