Ségolène Royal alaba el "modelo español" en política de igualdad

Ausente Howard Dean, líder del Partido Demócrata estadounidense, por una complicación de agenda de última hora, Ségolène Royal, la probable candidata de los socialistas franceses para las elecciones a la presidencia de la República en 2007, se ha convertido en el personaje central de la Conferencia Política del PSOE. Ella, junto a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y la candidata al ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, logró concitar ayer el interés y el entusiasmo de varios centenares de delegados en el único acto plenario del día.

Todos siguieron con aplausos constantes la mesa redonda sobre políticas de igualdad, moderada por la periodista Ángels Barceló. Royal se quejó del machismo que ella percibe en la política francesa, y alabó el ejemplo español, mientras De la Vega reclamaba más igualdad en el poder "económico, judicial y también en el religioso".

Hasta que los socialistas llegaron al poder en España, como modelo de participación de las mujeres en política estaba el escandinavo. Ahora existe el modelo español, con el Gobierno paritario o la ley de igualdad de género. Y también el matrimonio homosexual. Los derechos de las mujeres y de los homosexuales van progresando en España. Esta política ha sacudido muchísimo en Europa y en otros partidos socialistas. Hoy tenemos la obligación de alinearnos con España. En el proyecto socialista francés recogeremos las leyes españolas, sobre todo la ley contra la violencia de género", explicó Royal ante una concurrencia entregada.

"¿Quién cuidará a los niños?"

De la Vega y Alborch dieron cuenta de lo que les ha costado ser respetadas en sus puestos por el hecho de ser mujeres. Royal, compañera del primer secretario de los socialistas franceses Françoise Hollande, dijo que le ha costado aún más. "Yo he sido tres veces ministra y cuatro veces diputada. Soy presidenta de una región. Si un hombre hubiera tenido este itinerario no se pondría en tela de juicio su legitimidad para ser candidato a la presidencia. El problema es que tengo cuatro hijos, y tal vez esto sea demasiado. Por eso un eminente dirigente socialista se preguntó hace poco: ¿Quién se va a ocupar de sus hijos?", se rió entre la indignación del auditorio.

El debate no era tal, porque las tres estaban de acuerdo en todo, pero dejó momentos incluso para la carcajada. Sobre todo cuando Alborch dijo que las mujeres no están liderando ninguna lucha de sexos: "Porque a nosotras nos encantan los hombres, queremos compartir la vida con ellos". De la Vega también hizo sonreír al público, aunque más en serio, cuando, enfrascada en sus reivindicaciones, se quejó de que, fuera de la política, en España queda mucho por hacer en políticas de igualdad, sobre todo para incorporar a la mujer al mundo del trabajo. "Ya tenemos paridad en el Gobierno, pero nos queda el poder económico, judicial... y religioso, lo tenemos que lograr en todos".