El nuevo heredero al trono japonés se llamará Hisahito

El nuevo heredero al trono japonés, tercer vástago y único varón del príncipe Akishino y la princesa Kiko, se llamará Hisahito, nombre que significa "longevo, tranquilo y esperanzador", cuyo sufijo "hito", un carácter de origen chino, quiere decir "virtuoso", y se añade al nombre de pila de los varones sucesores del emperador desde la época Heian (794-1185). Sus padres eligieron el nombre, que Akishino le puso el martes, y el emblema, el dibujo de una conífera local nipona, con el deseo de que tenga una vida larga y próspera con una equilibrada paz de espíritu y de que crezca alto y recto, señaló un portavoz de palacio. Akishino, segundo hijo del emperador Akihito y la emperatriz Michiko, les pidió su opinión sobre el nombre, uno de los tres que les había presentado a los padres del bebé la Agencia de la Casa Imperial -funcionarios de palacio-, tras consultar a expertos en literatura clásica japonesa y china.

Hisahito es el primer heredero en casi 41 años, es decir, desde que nació su padre Akishino, y también es el primer nieto varón de los emperadores. Con su llegada al mundo se ha puesto fin, al menos temporalmente, a la crisis sucesoria en Japón. El recién nacido, hermano de las princesas Mako y Kako, de 14 y 11 años, es el tercero en la línea de sucesión tras su abuelo, el emperador Akihito; su tío, el príncipe heredero Naruhito, y su padre. Naruhito y su esposa, la princesa Masako, tienen sólo un vástago, la princesa Aiko, de cuatro años, sin posibilidad de acceder al trono, ya que en Japón sólo los varones descendientes directos del emperador pueden sucederle, y ello tan sólo tras su fallecimiento.

Como exige la tradición, su nombre fue escrito con pincel y tinta por su padre Akishino, y su símbolo imperial, que se empleará para marcar sus pertenencias a partir de ahora, fue dibujado por su madre Kiko, que el pasado lunes cumplió 40 años.

Como Hisahito no es hijo del primer príncipe en la línea sucesoria al trono, ha sido su padre y no el emperador el que le ha puesto el nombre. Ésa es también la razón por la que carecerá de apelativo especial para usar durante su juventud.